La UD Las Palmas jugó este fin de semana. No lo hizo su primer equipo sobre el césped, bajo su escudo, pero sí que lo hicieron varios de sus activos que intentan revalorizarse lejos de Gran Canaria en pleno parón por los compromisos de las selecciones nacionales pautados en el calendario FIFA. Y es que el club amarillo tiene a cinco de sus futbolistas cedidos en busca de gloria. Son Sergio Araujo, Alfredo Ortuño, Tyronne del Pino, José Artiles y Leo Ramírez.
El último en salir de la UD Las Palmas fue Sergio Araujo. Después de una temporada marcada por sus excesos lejos del terreno de juego -se negó a pasar un control de alcoholemia y dio positivo en otro test realizado antes de un entrenamiento-, el delantero sudamericano salió en enero de Gran Canaria. "Necesita dar un cambio y un giro a su vida y creo que aquí, de momento, no lo puede hacer. Lo mejor es encontrar un equipo donde él pueda demostrar de verdad las condiciones que tiene, seguro que lo va a demostrar", comentó Quique Setién en rueda de prensa tras el segundo lío de Araujo al volante. El AEK Atenas se convirtió en su terapia particular.
De momento, las cosas le van bien a Sergio Araujo en la capital helena. En nueve partidos, Sergio Araujo ha anotado seis goles y ha repartido tres asistencias. El AEK, entrenado por el español Manolo Jiménez, está lejos -11 puntos- del Olympiacos, líder de la Superliga de Grecia. Sin embargo, tiene encaminado su otro gran objetivo de la temporada: acabar entre los cinco primeros para poder pelear en el 'Playoff' por las plazas europeas -disputado desde el segundo al quinto clasificado, el campeón liguero tiene garantizada la fase previa para la Champions League-.
De momento, cuenta con la confianza total de Manolo Jiménez. El técnico sevillano le ha otorgado la titularidad en siete de los nueve partidos en los que ha participado desde su llegada. Por ahora la cesión está siendo positiva para todas las partes: Araujo intenta encontrarse a sí mismo, el AEK gana y la UD no ve a uno de sus hombres perder más valor.
Si Las Palmas ejecutó su opción de compra sobre Araujo por casi tres millones de euros, con Alfredo Ortuño no tuvo ni que hacerlo. El contrato de cesión por el Granada tenía guardaba una opción de compra obligatoria de un millón de euros en caso de ascenso. El salto de categoría llegó y ese punto se activó de manera automática.
Tras pasar el año pasado entre el Zaragoza y el Mallorca, salió en verano rumbo al Cádiz donde se reencontró con Quique Pina, el hombre que lo sacó de La Hoya Lorca para darle nombre en el Girona, siempre a través de su Granada. El de Yecla es uno de los jugadores de moda en la Segunda División: acumula quince goles para liderar al Cádiz, recién ascendido e instalado en la zona de promoción de ascenso a Primera. En su tino de cara a portería están centradas las esperanzas del club gaditano para dar la sorpresa en la categoría de plata.
Pero el Cádiz sufrió un revés importante esta semana. Lo hizo frente al CD Tenerife, que tumbó al equipo gaditano con un gol de Amath Ndiaye. En el cuadro blanquiazul está desde enero otro de los activos que el club amarillo busca revalorizar: Tyronne del Pino, sin minutos en la UD de Quique Setién.
No obstante, el mediapunta amarillo no estuvo en el césped del Ramón de Carranza. Y es que Tyronne no está teniendo continuidad en el club tinerfeño. La mala suerte de las lesiones le golpeó el día en el que tuvo su primera oportunidad como titular: solo tuvo nueve minutos antes de sufrir una rotura muscular. "No queremos recaídas. Puede que esté en dos semanas", explicó Pep Martí en la rueda de prensa previa al partido contra el Cádiz.
En el bronce
En Tenerife, Tyronne está viviendo su cuarta experiencia como cedido por la UD -Barakaldo, dos al Huesca y ésta en el Heliodoro Rodríguez López-, José Artiles pasa por su segundo préstamo lejos de la Isla. El de Sardina del Sur también aterrizó en verano en Cartagena, líder por entonces del Grupo IV de la Segunda División B. Ahora, el cuadro dirigido por el examarillo Alberto Monteagudo es segundo.
Artiles se ha asentado en la banda izquierda del ataque cartagenero. Acumula seis titularidades seguidas -incluyendo la del derbi ante el Real Murcia-. Tras sufrir en los primeros partidos -no jugaba desde junio de 2016 con el Racing-, ahora despunta en busca del ascenso a Segunda B. Esta semana perdieron ante el Marbella.
En todo lo contrario está Leo Ramírez, el otro amarillo del primer equipo en Segunda B. No perder la categoría con el Arandina es su gran reto. Algo que, a estas alturas de la temporada está complicado: los burgaleses están a siete puntos de salvarse donde apenas jugó 11 minutos a pesar de ser un fijo en el once durante todo el año.
