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UD Las Palmas La contracrónica (9ª jornada)

El desplome del factor Ayestarán

Cinco novedades en el once, en relación a la hecatombe ante el Celta, no bastan para evitar el sonrojo

Lemos, que fue titular, junto a Dani Castellano, también de inicio.

Una depresión de caballo. Bajo un dogma lapidario. Nuevo goteo de cadaverina para una UD cándida y catedrática en despropósitos. Con la dictadura del 'síndrome de la mandíbula de cristal', este inicio de competición ya forma parte del catálogo macabro. Historia negra.

El piloto de la nave probó ayer con Lemos de pivote y no hubo manera de taponar la sangría. La falta de agresividad y rigor defensivo vuelven a condenar a un equipo abonado al padecimiento.

Pako Ayestarán -270 minutos en el banquillo grancanario y doce goles en contra tras tres batallas- ha entrado en la historia negra de la Liga al encadenar diez derrotas consecutivas -las tres últimas del curso con la UD, y las siete restantes con el Valencia en las temporadas 2015-16, tres reveses, y 2016-17, cuatro-. Lejos de revertir la dinámica de Manolo Márquez, el aterrizaje del vasco ha sido un paso al abismo. Un ascensor al más allá. Y los datos son escalofriantes. Cifras con cianuro.

El (4-0) ante el Villarreal deja a los grancanarios en la antepenúltima plaza con siete derrotas en el casillero tras nueve jornadas. Es el peor dato -en relación al número de reveses- de la historia de la UD en la máxima categoría en esta jornada.

Tras 34 temporadas en Primera, los amarillos nunca había recibido siete debacles en este punto.En la 1975-76, el conjunto isleño se puso con seis destrozos -uno menos-. Si miramos los puntos, solo existe un precedente más sangrante -por debajo de los seis-. Fue en la 1951-52 y con cinco unidades.

Revolución y desastre

El gen agitador de Pako Ayestarán se activó de nuevo con una alineación repleta de novedades. Se retoma el desconcierto. Ximo y Dani Castellano, en alusión a la zaga, pasan de la grada al once. Vicente Gómez se estrenó como titular en esta temporada y Mauricio Lemos fue el movimiento más ruidoso. El uruguayo, igual que en la primera jornada ante el Valencia en Mestalla [en un guiño táctico del que se arrepintió Márquez en público], se incrustó junto al otro mediocentro por delante de los dos centrales.

La producción ofensiva del Villarreal fue aplastante. Desde el pitido inicial. Sin contemplaciones, para terminar con 25 remates y nueve a la portería de Chichizola. En el minuto 48, con el tanto de Bakambu, llegó el hundimiento. Gaspar (65'), Ximo Navarro (66'), propia meta, y Sansone (93') ampliaron la renta. La efectividad del Submarino Amarillo -50.7%- resultó demoledora.

A la UD le generan un peligro descomunal. Los ajustes defensivos son calamitosos. No hay un equilibrio. En el (2-5) ante el Celta de Vigo, el conjunto gallego completó 14 tiros y siete a portería. Por su parte, el Barça alcanzó los 22 remates con la imponente cifra de diez bajo los palos del arquero argentino. Un coladero. Excesivas facilidades. En estas tres últimas batallas, que marcan la 'era Ayestarán', los grancanarios han padecido un bombardeo: 61 misiles y 26 a portería.

Con Ayestarán, se ha instalado el caos. Récords para el descrédito. A las diez derrotas de Pako, cabe añadir los siete naufragios de la UD. Un matrimonio para echarse a temblar.

Con las 24 piezas -solo contaba con la baja del lesionado Alen Halilovic-, Pako optó por Calleri, Vitolo y Tannane en el frente ofensivo. El internacional marroquí se lesionó a los dos minutos y entró Rémy.

Con los cuatro mosqueteros de pólvora -Viera, Vitolo, Calleri y el trigoleador galo-, la UD terminó con 16 remates pero solo cinco a portería. Las intervenciones de Mariano Barbosa fueron fundamentales para congelar la resurrección. El que fuese meta amarillo, durante cuatro campañas, sacó un balón a Viera de enorme dificultad. El guardián del infierno -170 duelos con la UD desde 2010 a 2014- escenificó su venganza. Demostró que atesora categoría para la máxima categoría, al encadenar siete jornadas como titular [tras la lesión de Fernández].

Con el paso de los minutos y la escenificación de la goleada del Submarino, pasaron por el purgatorio Aquilani (70') y Aythami (87'). Tras nueve jornadas, queda patente que el Ferrari va camino del abismo. El plantel más caro de la historia de la UD sigue huérfano de un líder con carisma, que muera por un estilo. De la nada de Márquez a la continua improvisación con Ayestarán. Cinco cambios en relación al once del Celta, otro giro macabro.

Resta competición -29 jornadas- pero las cifras son infernales. 72 goles encajados y 21 derrotas en 2017. Tras la marcha de Setién, la UD se ha instalado en el caos. Ni De Zerbi, ni Manolo Márquez. El factor Pako es una hecatombe. La dirección deportiva tiene su cuota de responsabilidad en este inicio deplorable.

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