La tentación del gigante rojo calienta el derbi. A cuatro días del clásico del fútbol canario-, el Moña es pretendido por un conjunto de la Superliga de China. A sus 37 años,y tras contabilizar ocho dianas en la UD en esta campaña 2018-19 -pichichi amarillo y tercer máximo realizador de la categoría-, el ejecutor isletero mantiene su cartel de estrella. Solo concibe el ascenso como reto profesional inmediato y desoye ofertas mareantes.
Desde la liga china, se le ha trasladado una propuesta de cinco millones de euros por temporada. El ejecutor del pánico tiene contrato con la UD hasta junio de 2020, con opción a una tercera. Autor de 124 dianas en Segunda y 93 en la máxima categoría, Rubén Castro Martín ya militó en la competición asiática en 2017. Alcanzó la cifra de 11 partidos en el Guizhou Hengfeng, a las órdenes de Gregorio Manzano, de agosto a noviembre, en calidad de cedido por el Betis -no contaba para Setién ante la avalancha de puntas-.
Rol capital en el proyecto
En su segundo periplo de amarillo -el primero fue de 2001 a 2004-, Rubén Castro es uno de los estandartes de la UD de los 19,2 millones de tope salarial. Embajador de pólvora. Desde la entidad no se maneja otro escenario que la consolidación del estilete atómico como máximo realizador -fue pichichi en la 2014-15 con el Betis y rubricó la gloria con el ascenso-. Suma 124 goles en el planeta de plata y es el tercer máximo realizador histórico, solo superado por el fallecido Abel Fernández (124) y Nino (181).
El trasvase de futbolistas entre la UD y la Superliga de China no es nuevo. El pasado 19 de febrero, Jonathan Viera Ramos fue traspasado al Beijing Guoan por 18 millones de euros -movimiento récord en la historia de la entidad-. El campeonato chino terminó hace dos semanas y se reinicia el próximo marzo.
Otro diamante de la UD apareció en la órbita del conjunto de Pekín: Sergio Ezequiel Araujo. El delantero argentino, el pasado junio, tras proclamarse campeón de la Superliga de Grecia con el AEK de Atenas, latió como una opción de refuerzo por 25 millones de euros. La UD rechazó la oferta y dinamitó las negociaciones por el héroe del ascenso.
Ayer, en la donación de las veinte toneladas de alimentos para Cáritas y el Banco de Alimentos, el presidente de la UD, Miguel Ángel Ramírez, abrió la puerta al regreso de Jonathan Viera Ramos. "Tiene las puertas abiertas de la UD Las Palmas; aún tenemos una ficha libre. Si él quiere lo ficharíamos mañana", aseguró el principal mandatario.
El puente Pekín-Gran Canaria sigue caliente con la última tentación al símbolo. La profesionalidad del Moña está fuera de toda duda. "No sé nada", aseguró ayer a este medio. Solo piensa en triturar al ogro de Teide en el derbi de la depresión. Tras un inicio de matrícula -seis goles en las primeras cinco jornadas-, contabiliza dos en las últimas doce. En los tres partidos con Herrera, ha sido sustituido en dos ocasiones.
Del apagón al Insular
Busca reencontrarse con el éxtasis del gol. Rubén Castro se ha medido en doce ocasiones al Tete en su carrera. De amarillo, se cruzó en seis precedentes con un balance de dos victorias, dos empates y dos derrotas. Formó parte de la hazaña del histórico triunfo en el 'derbi del apagón' en el Heliodoro en la máxima categoría (1-3), diciembre de 2001. La mayor gloria de los clásicos.
Jugó 24 minutos en la cruenta derrota (0-1) en el Insular, con gol de Marioni, que empujaba a los de Fernando Vázquez al abismo. Formó parte de la última victoria en el recinto de Ciudad Jardín, en la categoría de plata, con gol de Pedro Vega de penalti (1-0) -enero de 2003-. Marcó en Siete Palmas en el (1-1) de octubre de 2003 y fue acribillado, entre patadas y silbidos, en el Heliodoro en la segunda vuelta.
Empató con el Huesca, en dos ocasiones, y le hizo tres con el Betis en el Heliodoro -2010-. Dos recitales con el club del Heliópolis y un tropiezo en la caldera del Teide (2015). Le ha metido cinco tantos al eterno rival. Tentado por China, tres años después, reta al Tenerife. Es el máximo exponente de pólvora con 133 duelos de amarillo y 46 dianas. Inmerso en una crisis realizadora, sigue buscando el escudero ideal. La UD debe jugar para el Moña. Lo hizo en un inicio estratosférico. El domingo, explota la batalla del siglo.
