Bodrio de hielo y luz en el horizonte. Con la UD desangrándose, Herrera firmó un punto (0-0) bajo el hielo del Cerro del Espino ante el Rayo de Majadahonda. Vale para cortar la sangría de goles encajados en la era del 'herrerismo ilustrado' -doce en las tres primeras batallas lejos de la Isla ante Cádiz, Lugo y Córdoba- y para patener una mecánica de juego. Seis duelos con el arquitecto del ascenso del 21-J y una búsqueda eterna del Santo Grial. Ayer, tocó con Eric Curbelo de lateral derecho, Martín Mantovani de central -relegando a Deivid al banquillo y David García al ostracismo-, así como a probar en la medular con Gaby Peñalba, Timor y Galarreta. Fue un carrusel revolucionario, con Lemos de extremo -igual que en el Ángel Carro- y al menos, sirvió para que no te pintanse la cara. Pero las cifras son vergonzosas: un triunfo en las últimas catorce jornadas y diez sin catar la victoria.

A lo mejor, la UD, en este proceso de reconversión vital, no da para más. Se dejó la portería a cero y se dispusieron de ocasiones para aplastar a un rival preso del pánico. Igual que la legión de Herrera. Dos moribundos, frente a frente, en la contienda del hielo. Ante los ojos de Vitolo, Raúl Lizoain, Marcos Márquez, Narciso, Javi Guerrero, Juanito o Nico Rodríguez, la UD se dejó el alma. Coraje, intensidad y Galarreta. El mediocampista vasco firmó su mejor actuación en 93 minutos de combate. Se padeció lo indecible para besar un botín pírrico en la cruzada siberiana. Y más polémica, Rubén Castro (retirado en el 82'), se fue cabreado. Desaire a la autoridad.

Y un guiño a la lógica. Porque sin el Moña, la UD pierde a su referencia de pólvora. En esa fase final, se escuchó una melodía caótica. Del 82' al 87', Herrera agotó los tres cambios. Ver para creer. El cuadro isleño, claro dominador, pasó a dominado. Se armó el belén. Entraron Tomas Pekhart -por Rubén-, Mesa -por Mir- y Fidel Chaves -por Álvaro Lemos-. Los últimos segundos fueron una agonía. ¡Dios mío! Lo que vale un punto tras invertir 19,2 millones en un plantel, que mira al ascenso con un telescopio.

Sorpresas y sentencias

Bostezos en Siberia. Furia bajo cero. Duelo plomizo en la primera entrega de 45 minutos. El tiro cruzado de Rafa Mir (44') fue un canto a la esperanza. Penetración de Eric Curbelo, centro de Álvaro Lemos y el remate, desde la frontal, del ariete murciano se marchó rozando el palo. Y poco más. En 45 minutos de pobredumbre absoluta, la UD llegó con aliento al ecuador de una contienda primitiva.

La presión amarilla fue el mejor atajo para narcotizar la condena. Herrera optó por un 4-1-4-1 como ideario táctico, con Gaby Peñalba de ancla. Eric Curbelo se ubicó en la banda derecha, Martín Mantovani y Juan Cala en el centro de la zaga; Dani, Timor, Galarreta, Mir y Rubén completaron el once más indescifrable. Lemos, como en Lugo, se vistió de extremo. De Sacko, lo último que consta es está de mudanza.

El Rayo Majadahonda se entregó a la pegada eléctrica de los dos Aitor -Ruibal y García Flores-. Responde la UD con un tímido lanzamiento de Mir desde la frontal. Atrapó Ander sin estornudar. Se apuntó Iriondo a la política de rotaciones en un arco caliente. Había que prepararse, dos equipos en apuros y sin autoestima solo podían ofrecer este espectáculo. La 'Champions' del desconcierto y desajustes.

La UD trató de recuperar desde el compromiso, con Cala y Martín Mantovani como dos postes de luz inquebrantables, el amor perdido tras las carnicerías del Ramón de Carranza, Anxo Carro y Arcángel.

Fede Varela fue una pesadilla para David Timor, que ya tuvo que cargar con una cartulina desde el 9' de la batalla del fango. El primer cuarto de hora del pulso resultó vomitiva. Un tímido intercambio de golpes de dos equipos señalados por el pánico. Centro de Enzo Zidane y disparo a bocajarro que se estrella en el pecho de Mantovani (14').

El cuadro madrileño tiraba de pizarra y se cocía esa sensación de terror en la zaga isleña. Pero se superó con dignidad. La UD fue ganando aplomo con el paso de los minutos. Raúl Fernández no completó intervención alguna de gran mérito. Desde el suelo se tiró Gaby para cortar con maestría una penetración de Enzo. Recupera Galarreta y el tiro de Timor se marcha rozando el palo. Sin la confianza precisa, el ex del Girona malogró dos de las mejores ocasiones de los amarillos.

En la medular, y generando fantasía, Peñalba brindó una lección de colocación. Calma ante el magma helado.Cambio de orientación de Eric Curbelo, cumplidor en esa demarcación de lateral derecho, y Gaby conecta con Rubén. Pero el balón, largo, terminó en los guantes de Ander. Otro centro de Timor y recupera el Rayo, que defendió de forma mecánica. En el 27', falta lateral y esquinada que provocó Dani Castellano. Mir y Rubén seguían de turismo. Superada la primera media hora, no había noticias ni wasaps de un frente ofensivo decorativo.

Pero la UD abrazó la posesión. Con un inspirado Galarreta, la ansiedad se fue evaporando. La presión isleña surtía efecto en este pulso salvaje, de contacto. Sangre,sudor y lágrimas para cortar una dinámica incendiaria. Esta fase de inspiración terminó con el tiro de Rafa Mir que se fue lamiendo la madera.

Lluvia de tarjetas

Dos amarillas para Mantovani y Gaby Peñalba iluminaron el inicio del segundo acto. La UD daba un paso al frente y se lanzaba de forma descarada a por el encuentro. Todo se tenía que decidir por una acción a balón parado. Mir penetra y el pase de la muerte no encuentra rematador por un centímetro. Estaba Rubén Castro Martín listo con la caña para escenificar la ejecución. Pero el Moña estaba muy solo. Tenía que medirse una y otra vez a los tres centrales del 'Rayito'. No había manera de sorprender a un rival, que se empeñaba en regalar balones.

La UD había completado diez remates y se coronó como vencedor moral. Duelo loco y partido abierto. Con un 43% de posesión, el plantel de Herrera seguía agazapado a la espera del golpe definitivo. El Rayo era víctima del nerviosismo.

En el 62', se retiraba Enzo y entraba Verza. La superioridad, desde el plano ofensivo, no se había traducido en goles para la UD legionaria. Centro muy peligroso del conjunto local y atrapa Raúl Fernández en la primera parada de riesgo.

Eric Curbelo, puro nervio, recibe un planchazo de Fede Varela que ve la amarilla. Balón al área y falta de Juan Cala sobre el meta local.Acoso de la UD. Timor cede para Dani y la penetración del gemelo terminó en anécdota. Centro Lemos y la lucha del lateral ha sido titánica. Misil de Timor, desde una esquina del área, y vuela el meta local. Palomita y paradón. Poderoso remate de Timor que mereció la gloria del gol.

Tienen hasta tres oportunidades para centrar y hay falta de Fede Varela. Eric Curbelo evita el centro con un corte meritorio. Se cumple el minuto 73 y la UD no hace cambios. La pincha Galarreta y recupera el cuero. El Rayo cambia el sistema y defiende con cuatro centrales. Lluvia de sustituciones en la UD -tres en cinco minutos- y la sensación de conservadurismo de Herrera. Punto para cortar la sangría, punto de luz y tímidas señales del renacer. Se desangra el escudo, que encadena tres meses sin el éxtasis del triunfo.