La UD Las Palmas suspendió otro examen. Tenía que ganar al Nàstic de Tarragona, colista de LaLiga 1|2|3, para refrendar una supuesta reacción en los dos últimos partidos, sin embargo, sólo dio la sensación de poder llevarse la victoria cuando se vio con un futbolista más a 20 minutos del final. Entonces, Momo gozó de dos ocasiones muy claras para marcar el tanto del triunfo amarillo, pero habría sido demasiado premio. Sobre todo porque el cuadro catalán, pese a tener uno menos, también desperdició una oportunidad para ganar el encuentro.

Antes de todo eso, la UD no demostró ser un equipo que quiere subir a Primera. En la primera parte, Fidel malgastó un ocasión muy clara y no fue hasta bien entrada la segunda parte cuando probó por primera vez al portero Bernabé. Demasiado poco. La obsesión por mantener la portería a cero acabó por comerse a los amarillos, que se olvidaron de atacar y dieron alas a un rival muy inferior. Hay que acostumbrarse a la nueva idea.

Apostó Paco Herrera, tal y como había anunciado, por el mismo bloque de los dos últimos partidos, con un cambio obligado por la sanción de Ruiz de Galarreta. Su sustituto fue Maikel Mesa, un ex del Nàstic. Quizá por eso los centrocampistas del cuadro catalán se ensañaron con él y lograron su objetivo: desquiciar al tinerfeño, que lo hizo casi todo mal.

Entre las cosas que la UD ponía a prueba hoy era su capacidad para dominar en el campo del colista. No sólo no lo hizo, sino que sufrió más de la cuenta. El equipo de Enrique Martín, muy mejorado con sus últimas incorporaciones en el mercado invernal, fue el que demostró más ganar de ir a por el partido. Espoleado desde la derecha por un excepcional Pipa, que se comió a Dani Castellano en todas las acciones, el Nàstic merodeó el gol en el primer cuarto de hora del choque, pero le faltó lo de toda la temporada, el remate.

Todo lo contrario que Las Palmas, que gozó de la mejor ocasión de toda la primera parte la primera vez que se asonó por el área rival (14'). Un centro de Rafa Mir lo peinó Maikel Mesa en el primer palo y el balón le cayó a Fidel en el punto de penalti, sin embargo, pensó que estaba en el parque jugando con amigos. En lo que tardó en controlar y orientarse para disparar con la zurda, Mikel se arrastró por el césped para desbaratar la oportunidad.

A partir de ahí, el Nàstic recordó por qué está donde está y dio un paso atrás, pero los de Paco Herrera no fueron capaces de crear juego, de llegar arriba con jugadas elaboradas. La nueva UD post Córdoba es un regreso al 'jimenismo'. Priman los balones largos, las faltas se cuelgan todas sean donde sean y así es muy difícil que Rubén, el más perjudicado por la nueva idea, pueda tener la más mínima posibilidad de marcar.

Dos arranques de orgullo de Peñalba supusieron todo lo que hizo el cuadro amarillo antes del descanso. Primero (27'), se anticipó a un defensor del Nàstic producto de su buena presión arriba y concluyó la acción con algo intermedio entre un centro y un tiro que quedó en nada. Luego (42'), recogió un balón rechazado en la frontal y chutó muy desviado con la zurda. Demasiado poco para un equipo que quiere ser de Primera.

Por contra, el Nàstic, que se volvió a ir arriba porque simplemente Las Palmas no lo hizo, rozó el gol hasta tres veces. Pipa disparó desde la frontal con el exterior (28') y supuso la primera intervención de un portero en casi media hora de juego: Raúl desvió a córner. Cinco minutos después, Eric Curbelo, inconmensurable durante todo el partido, se deslizó cuando Thiouné estaba a punto de disparar frente al vasco y en al borde del intermedio el vizcaíno detuvo un disparo de Abraham y sólo la fortuna hizo que Juan Cala fuera el primero en recoger el rechace.

Nada cambió en la segunda parte. La única diferencia, que el Nàstic creó menos sensación de peligro que en la primera. Eso sí, Raúl siguió siendo el único guardameta en dar señales de vida (detuvo sin problemas dos tiros lejanos, uno de Pipa y otro de Luis Suárez). Herrera buscó la reacción con la entrada de Lemos por Fidel, desaparecido, y de Araujo por Maikel, ambos antes del cuarto de hora. Luego, (65'), Momo entró por Rubén, que lo más cerca que estuvo del gol fue tras un centro adelantado de Lemos que alcanzó por poco.

Sin embargo, lo que realmente cambió el partido no fueron los cambios, sino la expulsión por doble amarilla (ambas justas) de Thiouné. A partir de ahí, el balón pasó a ser de la UD, lo que no fue óbice para que Pipa, en un arrancada llena de casta, intentara adelantar a su equipo con un tiro con la zurda que se marchó a la izquierda de Raúl.

La inercia acercó poco a poco a la UD Las Palmas al área. Así, llegaron las mejores ocasiones del partido. En la primera (77'), surgida tras una jugada en la que el equipo demostró que es capaz de jugar mucho mejor de lo que lo hace, Timor envió a Dani Castrellano, que llegó a la línea de fundo y la puso atrás, rasa, perfecta, como la piden los niños cuando quieren marcar, pero el tiro raso con el interior de Momo, que prefirió la colocación a la fuerza, se marchó rozando el poste.

Luego (85'), la suerte se alió con el Nàstic. Tras un saque de esquina, Bernabé sacó de milagro un cabezazo de Mantovani y en la siguiente acción un defensor sacó sobre la línea de gol un disparo, esta vez lleno de fuerza, de Momo. En medio, los de Quique Martín no se habían adelantado sólo porque un remate de cabeza de Noguera tras el saque de una falta se desvió unos pocos centímetros del poste derecho del meta vasco.

No huo tiempo para más. La reacción de la UD Las Palmas se había producido demasiado tarde y sólo como consecuencia de una expulsión, no por propia vocación. Cero a cero y otra vida que se le escapa a una UD rácana. Fue el castigo a la tacañería.

Ficha técnica

Nàstic de Tarragona (0): Bernabé; Pipa, Djetei (Salva, 22'), Noguera, Mikel, Abraham; Imanol, Viti, Thiouné; Luis Suárez (Barrada, 74') y Sadik (Manu Barreiro, 63').

UD Las Palmas (0): Raúl Fernández; Curbelo, Mantovani, Cala, Dani Castellano; Peñalba, Maikel (Araujo, 58'), Timor; Fidel (Lemos, 54'), Rafa Mir y Rubén Castro (Momo, 68').

Árbitro: Milla Alvendiz (C. Andaluz). Expulsó por doble amarilla a Thiouné, del Nàstic (70'). Además, amonestó al local Viti (20') y a los visitantes Maikel (46'), Mantovani (60') y Araujo (92').

Incidencias: partido correspondiente a la vigesimotercera jornada de LaLiga 1|2|3, disputado en el Nou Estadi de Tarragona ante 3.392 aficionados.