133 partidos oficiales de amarillo y una colección de improntas de enorme carga lírica. Hernán Santana regresa este domingo al Gran Canaria con la elástica del Sporting de Gijón. El centrocampista de Zárate, que batió al Madrid en el Santiago Bernabéu, marcó en un derbi en Siete Palmas y fue titular en el ascenso del 21-J, encabeza un bloque asturiano kamikaze. Es otro gigante necesitado. Si marca, no lo celebrará. Añora los tiempos poéticos de la UD con marcado acento canterano con Viera, Simón, Vicente, Tana...

¿Qué representa este partido?

Representa mucho. Es una semana diferente, una semana especial. Ya tuve la oportunidad de enfrentarme en la primera vuelta a la UD en El Molinón, pero no la de volver a casa. Regreso al que fue mi estadio durante toda la vida, al que fue el equipo toda mi vida y enfrentarme a los que fueron mis compañeros. Es emotivo. Lo hago con todas las ganas. Lo afronto con mucha emoción.

¿A qué achaca que la UD, tras gastarse 19,2 millones de euros, esté en zona de nadie y precise de una remontada histórica para meterse en el zona de playoff tras la disputa de las 42 jornadas?

Por lo que veo desde la distancia, se hizo un esfuerzo económico muy importante para hacer una buena plantilla pero al final no ha podido funcionar. No sé si es un fallo del que decide fichar, o es que al final no solo basta con contratar nombres, si no que tienes que hacer que el equipo funcione. La Segunda es una categoría tremendamente exigente y cualquier rival te pone las cosas difíciles. Tanto UD y Sporting se han confeccionado para estar arriba y no están cumpliendo con sus objetivos.

Dos vidas paralelas. Dos grandes que se ven obligados a ganar once partidos en las últimas 17 jornadas. UD y Sporting, el fiel retrato de dos agonías.

Todavía se puede utilizar esa frase de que 'estamos a tiempo de todo'. Pero van pasando las jornadas y los de arriba siguen sumando. En este caso, equipos como la UD y Sporting siguen ahí intentando buscar una dinámica positiva de resultados y de puntos, que les permitan engancharse a la parte de arriba. Le deseo lo mejor a la UD, a partir del lunes.

¿Y si marca lo celebrará?

Obviamente, no. Por respeto a mi equipo y a la que fue mi afición, así como a mi tierra, claro que no. Estaré contento si sirve para sumar los tres puntos. De ahí, para celebrarlo, de ninguna manera.

¿Esperaba contar con más protagonismo?

Pues sí, tengo ganas de volver a hacerme un hueco y sentirme importante en el once. Trato de recuperar protagonismo. No ha sido un año malo, si lo analiza fríamente, siempre se puede mejorar. Ahora estoy gozando de más oportunidades, me tocó currar muchísimo. Seguiré porque lo que quiero es asentarme en el Sporting. Y lograr el objetivo: que es el de subir.

La UD no ha perdido en el Gran Canaria.

Espero que seamos capaces de romper esta racha, fuimos el equipo que hizo que la UD rompiese su dinámica positiva y perdiese por primera ocasión con Manolo Jiménez. Vamos a tratar de ser el primer equipo que gane en la Isla.

¿Le sorprende el escaso bagaje productivo de la UD de Herrera: un triunfo en diez partidos?

Me sorprende por el equipo que tiene. Si a principios de temporada te dicen que la UD llegará a estas fechas en la undécima posición, obviamente no te lo crees. Te lo puedes creer de cualquier equipo, pero de Las Palmas, lo tildas de imposible. Por nombre, la UD debe ser uno de los equipos a estar todo el año arriba y luchar por el ascenso directo.

Como canterano, ¿le duele la escasa presencia de canteranos en la nueva UD? En este proceso regenerativo, solo ha subido Eric Curbelo, tras la marcha de Parras al Real Murcia...

Duele, porque es un proyecto que se inició hace muchos años y ver que carece de continuidad, que no se ha mantenido en el tiempo, sí que te duele. Así como el hecho de recurrir a gente de fuera para conseguir los objetivos que se marcha la UD, cuando en la cantera siempre ha estado la solución de la UD. Obviamente, no siempre puede ser así. Uno tampoco se puede suicidar con la cantera. Lo que sí te aseguro, que en la UD actual, por lo que conozco del filial, ya podría haber algún que otro canterano en el equipo.

¿Le produce cierta tristeza analizar la marcha de estandartes como Roque Mesa, Jonathan Viera, David Simón, Vicente Gómez o la última de Tana, que recala en la segunda división de China? Así como su caso, que tuvo que salir en enero de 2018 tras ser descartado por Paco Jémez -el técnico andaluz solo pudo ganar dos partidos y no evitó el descenso del cuadro amarillo pese a disponer de todo el poder-.

Me duele porque tuvimos unos años muy buenos, esos años de Segunda donde el equipo empezó a colarse en playoff. Ahí se empezó a soñar con el regreso a Primera. Se creó un grupo bastante fuerte. Luego pasó lo del Córdoba, el equipo es capaz, solo un año después, de ascender [el afamado 21-J junio de 2015]. Y ver como eso se desvanece, con circunstancias propias del fútbol como son las salidas y fichajes, pues te afecta. Te queda ese sentimiento de tristeza. En cierta forma, no sentirte identificado con lo que ves.

Como canterano y embajador de la edad dorada, ¿te reconoces con esta UD?

No la reconozco, porque básicamente casi no conozco a ninguno. Hubo una desbanda importante de futbolistas, que estuvimos juntos en un ciclo de éxito, no solo en el primer equipo sino también en el filial. Pero lo entiendo. Forma parte de este deporte. Lo respeto. No es que no me sienta identificado, es que casi no conozco a ninguno. Quedan cuatro o cinco compañeros con los que compartí vestuario.

Los Castellano, Momo, David García, Deivid y Aythami, que está de vuelta, son con los que ha compartido vestuario.

Sí, y poco más.

¿Qué explicación le dieron en enero del 2018 para ejecutar su rescisión de contrato tras 133 partidos de amarillo? ¿Por qué le echaron? Lo que ha venido, de Samper a Peter Etebo, tampoco ha mejorado sus prestaciones en la medular. Hasta el punto que en verano se fichó a Timor y el rendimiento no termina de ser el esperado....

Llegó Paco Jémez, y se necesitaban cambios. El equipo estaba en descenso. El míster creyó oportuno, porque no entro en sus planes, que había que tomar medidas. Era mi último año de contrato. Tuve una conversación con él. Quería saber mi situación dentro del club, me dio su versión, pero fui yo el que decidí. Sí tengo que decir que el presidente [Miguel Ángel Ramírez] se portó muy bien. Todos fueron facilidades y le deseé lo mejor a la UD, y la UD a mí.

¿Le gustaría volver?

No me lo planteo, es un ciclo que cerré. Y solo por respeto al Sporting, ya que ellos me han transmitido esa ilusión por volver a Primera, quiero seguir aquí. Me ha llegado ese sentimiento de la familia del Sporting. Pero si se diese la oportunidad, la de volver a la UD el día de mañana, a todo jugador canario siempre le estimula.

¿Qué tiene el Sporting para que le tiene hipnotizado: instalaciones, sentimiento, historia...? Ya parece un asturiano más.

Tiene todo lo que usted relata: historia, instalaciones, Mareo, El Molinón...Y una afición que se vuelca con el equipo. No es normal ver a 23.000 personas cada domingo. No se lo sabría explicar, aunque estuviésemos cinco horas hablando. Hasta que no vea un partido en El Molinón, no saldrá de duda. No lo percibirá.

¿Pero a qué se debe esa admiración al Sporting?

Cuando empecé con la UD, fue un estadio que me marcó. Con todos los respetos, no es lo mismo irte a Alcorcón, Guadalajara o Sabadell con meterte en un Molinón. Fue la primera sensación que tuve del 'fútbol de élite'. De esas 25.000 personas rugiendo... No escuchas al compañero que tienes al lado. Así lo viví cada vez que pisaba este campo con la UD. Se me quedó el estadio, el escudo y la afición. ¡Coño, cuando llegaba la semana de El Molinón sabía que disfrutaría! ¡Llegaría un partido de verdad!

¿Con qué imagen se quedaría de su amplio periplo de amarillo: su gol al Madrid en el Bernabéu, su tanto al Tenerife, la titularidad el 21-J del ascenso ante el Zaragoza...?

Me quedo con el ascenso, con la sensación de liberación, después de tantos años de lucha.Tras disputar ese playoff ante el Almería, donde recibo un cabezazo que me mandan al hospital, seguí luchando por mi sueño. El siguiente año (2014), lo perdí en el último minuto, y luego, por fin, lo alcanzas. He tenido momentos muy buenos, pero como experiencia: un ascenso con el equipo de tu tierra y en tu casa es lo mejor que me ha brindado el fútbol.

Irá toda su familia al Gran Canaria...

Sí, estoy gestionando quedarme con todas las entradas del equipo.

¿Cómo lleva lo de la fabada y la sidra?

Muy bien, se come de maravilla y en cantidad. Si pides fabada, te traen el cacerolo y te sirves. No miden en eso, puedes salir rodando.