Cuando Slavoljub SrnicSlavoljub Srnic jugó a principios de temporada en dos campos de alcurnia como Anfield o en San Paolo probablemente no se imaginaba, por un lado, que pocos meses después acabaría en las filas de un equipo de Segunda División, y por otro, que después de haber tomado esa decisión sólo sumaría 12 minutos de juego en más de un mes y medio de competición. Ante ese panorama, su paso del Estrella Roja de Belgrado a la UD Las Palmas, de momento, puede considerarse un fracaso.

Al serbio, sin embargo, se le puede abrir la puerta de la titularidad para el partido del próximo domingo (19.00 horas, LaLiga 1|2|3 TV/TVC) frente al Granada en el Nuevo Los Cármenes. Por las cinco bajas que tiene el cuadro amarillo, Pepe Mel podría completar la convocatoria con el resto de futbolistas de la plantilla, salvo que el madrileño decida incluir a algún jugador del filial en la lista. El lunes llamó al extremo Cristian Cedrés para entrenar con el primer equipo.

Precisamente en las alas es donde más carencias tiene la UD de cara a la cita ante el segundo de la tabla. Las ausencias de Fidel, por sanción, de Blum, por lesión, e incluso de Rafa Mir, convocado por la selección española sub 21, despejan el camino de Srnic. El balcánico sólo ha participado durante 12 minutos en siete choques. Fue en Alcorcón, en el tramo final. Desde entonces suma un banquillo, en el último partido de Paco Herrera, y dos gradas en otros tantos encuentros con Mel.

El '24' amarillo llegó en los últimos días del mercado de invierno de la mano de su compatriota Branko Milovanovic, asesor del presidente Ramírez y jefe de scouting internacional del club, para reforzar, en teoría, dos posiciones, la de extremo derecho y la de interior. En la secretaría técnica, encabezada por Toni Otero, entendieron que la marcha de Sacko y la casi nula presencia de un sustituto para Ruiz de Galarreta y Timor les obligaba a intentar hacerse con un futbolista que pudiera desempeñarse en las dos posiciones.

Herrera no quería más extranjeros

Todo ello pese a que Herrera, una semana antes, había confesado durante la estadía del equipo en El Saler, previa al partido frente al Nàstic, que no quería más jugadores extranjeros en el plantel, por aquello de la difícil adaptación a un nuevo equipo cuando si algo no le sobraba a Las Palmas era tiempo. Días después Otero presentaba Srnic en el Gran Canaria y desde entonces no ha jugado ni un cuarto de hora.

Nadie sabe realmente quién es. Si es rápido, si profundiza por la banda, si pone buenos centros, si maneja bien el balón o si tiene gol son cuestiones cuya respuesta es desconocida. Por sus tres suplencias y sus dos no convocatorias cabría pensar que en los entrenamientos tampoco impresiona.

Lo único que se conoce es que esta misma temporada participó como titular en tres partidos de la Liga de Campeones con el Estrella Roja y que disputó 11 partidos más entre la Liga y la Copa de Serbia. Aquí, en la UD Las Palmas, es el fichaje invisible, pero en Granada se le abre el camino.