Martín Mantovani no contempla otra cosa que no sea presentarse el próximo 8 de julio para iniciar la pretemporada con la UD. El club ya se puso en contacto con él para trasladarle que comenzará la preparación bajo las órdenes de Pepe Mel. Sin embargo, su continuidad, como la de casi todos, todavía es una incógnita por la nueva situación de ajuste económico que vive la entidad.

Al argentino le sucede algo distinto que al otro jugador de la Las Palmas que estuvo cedido en el Huesca, Christian Rivera, que no ha recibido la llamada de los dirigentes ni del entrenador. Pese a todo, tanto uno como otro se ven de amarillo en la campaña 2019-20.

Cabe recordar que Mantovani se marchó cedido al cuadro aragonés en marzo, justo después de que el club decidiera destituir a Paco Herrera y fichar a Pepe Mel, movimiento que le obligó a realizar una operación de ajuste para mantener el tope salarial conforma a las normas de la Liga de Fútbol Profesional. Eso, y la necesidad del Huesca por reforzar la zaga después de haber perdido a un futbolista por una lesión grave, dio con el argentino fuera de Las Palmas en su mejor momento de la temporada.

En total, el central, con contrato hasta junio del próximo año, jugó 12 partidos con la UD y nueve con el conjunto azulgrana, con el que logró dos goles. El hecho de que sólo le quede una campaña de vínculo con el club isleño podría facilitar su salida, aunque el argentino tiene la intención de quedarse.

En cualquier caso, está en la lista de transferibles, como el resto, y su futuro es una incógnita. Además de él, en su posición hay ahora mismo otros cinco jugadores -Mauricio Lemos, Cala, Deivid, Curbelo y Aythami- a los que podrían sumarse David García, que prevé renovar, y Álex Suárez, al que se le pretende dar una ficha profesional. Hay, por tanto, exceso de centrales.