La UD Las Palmas salió de su escondite para firmar un rotundo 1-3 en el Heliodoro en el derbi de la mascarilla, el primero con las gradas vacías. No había jugado más que una pachanga con el San Mateo y casi nadie, ni siquiera Pepe Mel, sabía del rendimiento que podía dar el equipo a una semana del comienzo de LaLiga SmartBank. Si se toma como premisa que las pretemporadas valen poco más que para sumar minutos en las piernas de los jugadores y para que el técnico encaje en su cabeza las piezas del puzzle, el triunfo en el derbi serviría únicamente para ganar confianza, la propia y la de la afición, que descubrió por fin de qué va la nueva UD. Y probablemente llegó a la conclusión de que Rober, el canterano del Betis que llegó cedido hasta final de curso, pinta muy bien. Por eso, quizá esta vez valió para algo más.

El de Mérida adelantó al cuadro azul -estrenó la segunda equipación- nada más salir en el descanso, en el primer balón que tocó, gracias a un cabezazo picado tras un centro perfecto de Benito. Luego demostró tener una velocidad que asusta y picardía para provocar un penalti muy claro que significó la sentencia del choque, con Maikel como protagonista no sólo porque marcó la pena máxima, sino porque celebró la acción con un cierto toque jocoso, por aquello de ser de La Laguna. Antes, Kirian había marcado un golazo con un remate desde la frontal sin dejar caer la pelota y Pomares había acortado distancias para un Tenerife que venia de dos triunfos -Villarreal y Cartagena- y una derrota -Mallorca-, y que fue inferior a su rival misterioso.

Todo sucedió en la segunda parte, los cuatro goles, los cambios, el caos, la intensidad, el cansancio y los mejores momentos de juego. En la primera no pasó nada: fue un tostón de campeonato. Los dos equipos se limitaron a no hacerse daño, a defender más que a atacar. Sirvió al menos para ver en acción a tres de los fichajes de la UD: Enzo Loiodice, que formó en el doble pivote junto a Fabio y demostró tener buen manejo del balón; Pejiño, que partió desde el extremo derecho y fue de más a menos; y Ale Díez, que sustituyó a Lemos al cuarto de hora -el lateral gallego sufrió un problema en el ojo derecho-, no pasó apuros por su lado e incluso llegó arriba en alguna ocasión. Sin embargo, Rober fue la sensación.

Con Edu Espiau como único delantero centro puro en la convocatoria, Pepe Mel apostó por Clau Mendes de inicio en la punta de ataque. Tan raro fue ubicarle en esa posición como verle con la camiseta por dentro, vieja buena costumbre caída ya en el olvido por deshuso. Lo más destacable de la labor del lanzaroteño, más acostumbrado a jugar por la banda, fue una cabalgada por la izquierda tras un buen pase en largo que terminó con un centro que buscaba la llegada de Pejiño, pero acabó en las mano de Ortolá.

La acción sucedió en los primeros minutos del partido y, pero lejos de agitar, adormeció. Desde ese preciso momento Tenerife y Las Palmas protagonizaron un tedio del que sólo se escapó el cuadro amarillo 40 minutos después, ya al filo del descanso, cuando gozó de su primera y única ocasión de gol. Benito avanzó con contundencia por la izquierda y puso un centro peligroso por bajo. El balón rechazado cayó en la frontal a Loidice, que trató de colocarlo en la escuadra izquierda del portero con un golpeo de interior, pero se fue ligeramente por encima del larguero.

Si ambos equipos querían que el partido les sirviera para algo más que para sumar un puñado de minutos en la piernas debían dar un paso al frente, acelerar, proponer muchísimo más a nivel ofensivo para al menos hacer una llamada a un gol que lo cambiara todo. Y fue así como la UD lo encontró. Benito colgó la pelota a la perfección, con rosca, adelantada, en una falta desde el lado izquierdo. Rober, que acababa de entrar en el descanso, remató de cabeza, picado, para adelantar a Las Palmas en el Heliodoro y sellar un debut soñado: gol en su primer toque (46').

El canterano del Betis volvió a ser protagonista con una acción por la izquierda que sirvió para demostrar que su velocidad puede ser un argumento de peso en la UD 2020-21. Las Palmas dominaba por completo el derbi cuando una jugada ensayada acabó en el segundo tanto visitante. De nuevo Benito, que segundos antes había lanzado un zurdado tremendo que desvió Ortolá a córner, fue protagonista. El aldeano, esta vez desde desde la esquina del lado derecho, encontró a Kirian en la frontal del área para que el tinerfeño marcara un gol soberbio tras un golpeo de primeras sin dejar caer el balón (58'). Casi sin crear ocasiones, la UD ganaba 0-2 en el Rodríguez López.

El carrusel de cambios habitual en las citas de pretemporada dio aire al partido y en especial al Tenerife, cuyo técnico, Fran Fernández, movió piezas para tratar de salvar la imagen. El cambio fundamental fue colocar a Moore, hasta entonces en el lateral derecho, en el extremo. Por ahí, por el lado que defendía Dani Castellano, llegó el mayor peligro de los blanquiazules.

El tramo de barbecho de 20 minutos, sólo interrumpido por un encontronazo brutal entre las cabezas de Maikel y Jacobo -el primero acabó con grapas en la cabeza y el segundo retirado en camilla-, acabó con el gol del Tenerife, marcado por Pomares, un zurdo, con una volea desde la frontal con la derecha. Si Rober marcó en su primer toque, Álex Domínguez, que acababa de sustituir a Valles, encajó sin haber tocado el balón (78').

A partir de entonces la UD sufrió con las acometidas de Moore y Apeh por el costado derecho. Precisamente el delantero, el fichaje más ilusionante del Tenerife, pudo lograr el empate con un disparo cruzado que no entró por poco (83'). Supo Las Palmas proteger su portería con un cierto punto de heroicidad, juntos en el área. A ello contribuyó el central Tomás Cardona, que también debutó, al igual que Clemente, que como el argentino sólo jugó el último cuarto de hora.

El broche de oro a la primera y única cita de nivel de la preparacion amarilla llegó en el tiempo añadido en un buen contraataque que acabó en una dejada de tacón de Espiau a Rober dentro del área y luego en una patada clara de Omar al emeritense. Maikel, convertido en experto lanzapenaltis, engañó al meta para poner el 1-3, el mismo resultado con el que la UD había ganado la última vez en el Heliodoro, allá por 2001. Aquel triunfo destelló orgullo; este, credibilidad.

Ficha técnica

CD Tenerife

CD Tenerife (1): Ortolá (Dani Hernández, 61'); Moore, Bruno Wilson (Pomares, 61'), Sipcic (Omar, 87'), Álex Muñoz (Álex Cruz, 87'); Alberto (Javi Alonso, 61'), Aitor Sanz; Suso (Jacobo, 61', Fede Rivera, 68') Bermejo (Borja, 87'), Shashoua (Joselu, 46'); y Jorge Padilla (Apeh. 61')

UD Las Palmas (3): Valles (Álex Domínguez, 77'); Lemos (Ale Díez, 17'), Álex Suárez, Ayhtami (Athuman, 77'), Dani Castellano; Fabio (Cardona, 77'), Loiodice (Maikel, 56'); Pejiño (Rober, 46'), Kirian (Clemente, 77'), Benito (Moleiro, 77'); y Clau (Espiau, 46').

Goles: 0-1.- (46'): Rober; 0-2.- (58'): Kirian; 1-2.- (79'): Pomares; 1-3.- (94'): Maikel, de penalti.

Árbitro: Alexander González González. Amonestó a Bruno Wilson y Jacobo por los locales, y a Fabio y Dani Castellano por los visitantes.

Incidencias: segundo y último partido amistoso de la UD Las Palmas en la pretemporada 2020, disputado en el Estadio Heliodoro Rodríguez López de Tenerife sin público en las gradas.