Campaña arbitral o un trabajo defensivo mejorable. Con 36 goles encajados en 27 jornadas (2.430 minutos de juego), la UD es el segundo equipo más batido de LaLiga SmartBank. Solo el Cartagena (37) defiende peor que el conjunto amarillo, que encaja un tanto cada 67 minutos. El humillante correctivo ante el CD Castellón en Castalia (4-0) llegó precedido de un penalti surrealista de Javi Castellano y una expulsión controvertida de Araujo -la primera amarilla no tiene un pase-. Pero más allá de la polémica actuación del juez murciano Sánchez López -asesorado por Sagues Oscoz en el VAR, que saltó a la primera línea informativa por su error en el derbi canario de diciembre de 2018 (Suso marcó en el Gran Canaria)-, el grupo de Mel colecciona errores flagrantes.
Treinta de los 36 tantos recibidos se generaron de forma evitable: despistes groseros en la marca, pérdidas cerca del área a la hora de mover el esférico y los penaltis. La UD lleva nueve y es el más castigado en Segunda y Primera -Albacete (8) y Betis (8) figuran en la segunda posición-. La pesadilla comenzó en el Gran Canaria hace 162 días (20 de septiembre).
En el (3-3) ante el ‘Fuenla’, el primer gol madrileño lo cabeceó Nteka a la red tras aprovechar un balón que venía repelido por el larguero. Ibán Salvador convirtió una pena máxima por mano de Álex Suárez y Kanté superó por velocidad las marcas de Eric y Suárez. La línea del fuera de juego no se diseñó con precisión.
Volamos a la octava jornada, la UD sucumbía (3-0) ante el Cartagena. El primero fue obra de Rubén de penalti -fue empujado por Curbelo-. Álex Martín, solo en el segundo palo, y Carrasquilla, desde fuera del área ante la pasividad de la zaga, completaron el recital.
Ante el Real Oviedo, Nahuel, solo ante el peligro, impuso su velocidad para hacer dos tantos en dos minutos. En el primero, de nuevo, gracias a un balón que tocó en el palo. Lo que aconteció en Montilivi fue falta de contundencia en otra acción a balón parado. Centro lateral y cabezazo de Bernardo sin marca. Por su parte, en la Nova Creu Alta (3-1), el primer tanto arlequinado nace tras una pérdida en el inicio de la posesión y junto al área de Valles -obra de Adri-. Gorka logró el segundo, solo en el segundo palo, y Adri, tras un error clamoroso del meta sevillano en la entrega, remató a placer.
En la tarde que falleció Diego Armando Maradona -25 de noviembre-, el Mirandés asaltó el Gran Canaria (0-2) para elevar la depresión. El primero fue un autogol de Aythami Artiles y el segundo se gestó tras una pérdida de Kirian Rodríguez. En la heroica remontada ante el Sporting de Gijón (3-2), los tantos asturianos fueron dos lienzos de la factoría del disparate: pena máxima y cabalgada de Djuka -muy similar a la de Kanté-. Un Rober estelar lideró la resurrección en media hora mágica.
Del Anxo Carro a Castalia
En Lugo (1-1), el tanto gallego fue obra de Manu Barreiro desde los once metros. Un agarrón de Silva, que vio la roja, originó el castigo. Para clausurar el 2020, la formación de Mel tropezó ante el Rayo en Vallecas (2-0). En el 1-0, Curbelo toca el balón ante Sisi y le llega a Antoñín en posición franca. La sentencia fue un taconazo de Ismael Athuman que se estrelló en el cuerpo de Bebé. El extremo luso aprovechó la concesión del zaguero para fusilar a Álex Domínguez.
En plena racha triunfal, en el triplete de éxitos ante los titanes de plata, la UD le puso una falta de chocolate en la frontal a Pardo. El centrocampista de Logroño y ex de la Real Sociedad golpeó con fuerza y Álex Domínguez no defendió de forma rigurosa su palo.
De nuevo ante el Mirandés, pesadilla al cuadrado. El golazo de Cristo -golpeo desde fuera del área a la escuadra- contó con la colaboración de Ale Díez. Una entrega de riesgo de Javi Castellano, provocó la cabalgada del extremeño en la medular. Pérdida, pase al tinerfeño y tanto burgalés. El 2-0, ya en el tiempo de añadido, fue obra de Erik Jirka, que remachó el cuero al fondo de la red sin marca -el desliz fue de Dani Castellano-.
El Sabadell también se hizo con los seis puntos. En el Gran Canaria, el conjunto arlequinado sacó petróleo a la presión. Error de Javi en el control del balón, el acoso de Stoichkov encuentra premio y Juan Hernández bate a Álvaro Valles -Álex había sido expulsado-.
Almería y Castellón completan la ruta del pavor. En los Juegos del Mediterráneo, “penaltito” -como lo definió Mel- y dos remates sin la cobertura exigida. Lo de Castalia, idéntico guion: pena máxima (la novena), error en la salida de balón de Ruiz y nulo espíritu guerrero de la retaguardia. “Parecíamos conos”, dijo el novelista. Treinta tantos, treinta pecados capitales. Defender con el alma, la única terapia para escapar del abismo.
El trabajo defensivo amarillo, bajo lupa
La huella de los deslices. El paquete de los 30 goles -producto de los errores de marca, pérdidas de balón en zona de peligro y los penaltis- han ocasionado que la UD deja por el camino un total de 33 puntos. Los tantos de los pecados mortales llegan ante Fuenlabrada (3), Cartagena (3), Rel Oviedo (2), Girona (1), Sabadell (3), CD Mirandés (2), Sporting (2), Lugo (1), Rayo Vallecano (2) -primera vuelta-; Leganés (1), Sabadell (1), Almería (3) y Castellón (4). Tras 27 jornadas, la formación de Mel es la segunda más batida de LaLiga (37 dianas) y está en la zona tranquila de la tabla. La renta con el descenso es de ocho puntos.
Nueve penas máximas. Nueve penaltis en contra en seis meses de competición. La UD es el más castigado de los 42 equipos del fútbol de élite español. En la categoría de plata, el Albacete (8) marcha segundo en estaba tabla virtual, mientras que el Lugo es el tercero (7). Oviedo, Cartagena y Leganés lucen seis penaltis en contra. En Primera, el Betis (8) va campeón esta faceta. Con el Madrid, Granada y Osasuna segundos (7).
Presión rival. Los rivales de Las Palmas ya le han tomado la medida. Acorralar a las jugadores de Mel cerca de su área suele generar ocasiones de oro. Una presión asfixiante a la primera línea de la UD ha generado consecuencias fatales. Ante el Sabadell ocurrió en los partidos, primero en la Nova Creu Alta y luego en el Gran Canaria. El último pecado fue de Ruiz ante el Castellón. Garrido, en la previa, felicitó a la UD por su toque y labor de posesión. Un discurso con cianuro. En Castalia, los amarillos, con diez durante 63’, tuvieron un 62% de posesión. Un control sin peligro hasta el tramo final.
