Esta es la forma de caminar que debes aplicar si quieres perder peso

En un mundo cada vez más sedentario, donde el tiempo parece escaparse entre nuestras manos, actividades tan sencillas como caminar se convierten en verdaderos tesoros para la salud. Andar, lejos de ser una simple actividad cotidiana, es un ejercicio físico con múltiples beneficios avalados por la comunidad médica.

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Andar es muy bueno para la salud

Salir a dar un paseo es una actividad accesible para todos, sin importar la edad ni la condición física. Sus beneficios para la salud son amplios y abarcan tanto el aspecto físico como mental. Aparte de desconectar de tu vida cotidiana, te liberas y sientes una sensación que te dará estas cosas buenas:

• Mejora la salud cardiovascular: Reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e hipertensión arterial. Fortalece el corazón y mejora la circulación sanguínea.
• Ayuda a controlar el peso: Quema calorías y mantiene un peso saludable. Reduce el riesgo de desarrollar obesidad y sus comorbilidades asociadas.
• Fortalece huesos y músculos: Aumenta la densidad ósea y reduce el riesgo de osteoporosis. Fortalece los músculos, mejora la flexibilidad y el equilibrio.
• Reduce el estrés y la ansiedad: Libera endorfinas, las hormonas de la felicidad, que mejoran el estado de ánimo y combaten el estrés y la ansiedad.
• Mejora el sueño: Favorece un sueño más profundo y reparador.
• Disminuye el riesgo de enfermedades crónicas: Reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
• Aumenta la energía y la vitalidad: Mejora la resistencia física y aumenta los niveles de energía.
• Fortalece el sistema inmunológico: Ayuda a prevenir enfermedades infecciosas.

Los expertos recomiendan caminar al menos 30 minutos al día, la mayoría de los días de la semana. Se puede empezar con distancias más cortas e ir aumentando gradualmente la duración e intensidad. Esta actividad se puede realizar en cualquier lugar y momento del día. No se necesita ningún equipo especial, solo un buen par de zapatos cómodos. También se puede hacer de una manera innovadora que te reportará muchos beneficios.

Caminar hacia atrás es dar pasos para delante

Aunque parezca extraño, andar para atrás es algo que nos puede dar más beneficios que hacerlo de manera normal. Al caminar hacia atrás, se activan diferentes grupos musculares que no se trabajan con la caminata habitual. Esto ayuda a fortalecer los músculos de la espalda baja, los glúteos, los isquiotibiales y las pantorrillas.

Además, el impacto en las articulaciones de caminar hacia atrás es menor que el de caminar hacia adelante, lo que puede reduce el dolor en estas zonas, como las rodillas y la espalda baja. Esto es muy bueno para personas con lesiones, porque se reduce el desgaste en las articulaciones, lo que lo convierte en una buena opción para personas con lesiones o con problemas articulares

Algunos estudios sugieren que caminar hacia atrás puede quemar hasta un 30% más de calorías que caminar hacia adelante. Esto se debe a que requiere un mayor esfuerzo muscular y cardiovascular, algo que está muy relacionado con que contribuye a mejorar la salud del corazón y los pulmones. Andar para atrás también estimula el cerebro de una manera diferente a la caminata habitual, lo que puede ayudar a mejorar la memoria, la concentración y la función cognitiva.

Por último, este es un ejercicio divertido y desafiante que agrega variedad a tu rutina de ejercicios. Eso sí, debes tener cuidado de no tropezarte, porque una caída así es más peligrosa para la cabeza y para la espalda. Por eso, empieza poco a poco, combinando la manera tradicional con esta, para así ir cogiendo práctica y ser más ágil andando hacia atrás.