Una acción publicitaria sin parangón. Canarias fue en 1992 el foco de todas las miradas al instalar una valla publicitaria en la Plaza Roja, en el corazón de Moscú. Rusia comenzaba a andar y el Archipiélago logró instalarse en el corazón del icono político del socialismo de la por aquel entonces recién extinta Unión Soviética, que en diciembre del 91 había firmado su disolución.