La monumental pitada al himno en la final de la Copa del Rey ha vuelto a encender el debate entre la política y el deporte. Mientras el Gobierno se apresuró a emitir un comunicado en el que condenaba este "ataque" contra un símbolo que representa a todos los españoles y anunciaba que podría haber sanciones, el presidente de la Generalitat pedía al Ejecutivo que reconsiderase su postura. Mañana se reunirá la comisión antiviolencia para proponer las sanciones que procedan.