El dogma de la ‘portería a cero’

La UD firma su tercer partido sin encajar

y Javi Muñoz y Sandro cautivan en el césped

Paco Cabrera

Dos semanas de verano galáctico y un veredicto. A falta de fichajes, dogma Pimienta. Laboratorio de acero y unas credenciales tatuadas en el corazón. Elegancia en el trato del balón, va en el ADN, y rigor defensivo. Sin complejos, presumiendo de estilo e incluyendo variantes tácticas, la UD proclama la belleza en el toque y echa el cerrojo como ficha un funcionario en un Ministerio. Impregnados de la rutina. Tres encuentros –ante Orlando Pirates (0-0), Al Wakrah (2-0) y UD Almería (0-0)– y cero tantos encajados.

El meta Álex Domínguez hace el petate y emerge la figura de Álvaro Killane. Su parada en el primer bolo fue un alarde felino. La factoría del Anexo es infinita. A la herencia del indiscutible Valles –héroe del ascenso del 27-M con su intervención antológica ante el trompetista Villalibre–, ayer renovó su catálogo de intervenciones al abortar un tiro repleto de dinamita de Samu Costa.

El cuadro de Pimienta, a pesar de la insistencia de Benito Ramírez en el tramo final, pasó minutos de agobio. Supera el test con cierta suficiencia. No es casualidad. Tres encuentros, tres porterías a cero. Es mantener como si fuese uno de los Diez Mandamientos el ‘no encajarás’. Recordar que en la temporada pasada, tras 42 fechas ligueras, en 22 se dejó la portería imbatida. Si los amarillos quieren eludir la guillotina del descenso, le conviene abonarse al cero en su arco.

Es el mejor termómetro del verano, talante higiénico en su área, con una salvaje presión tras pérdida y un manejo paciente de la posesión. Sandro Ramírez y Javi Muñoz van sumando méritos, al son de los intocables Viera, Kirian y Moleiro.

Sorprende de forma grata el rol impredecible de Pinchi. Osado y descarado, ubicado en esa categoría de meritorios para escapar de la degradación o descarte. La valentía de mantener lo que funciona en una categoría superior suele dar con el mapa del tesoro. Girona –con el libreto de Míchel– u Osasuna –con el Jagoba Arrasate– salvaron el descenso de forma cómoda y llamaron a la puerta de Europa.

Falta por traer, un portero, un lateral derecho, un central y dos delanteros, pero la calma reside en la fortaleza de la idea. En la habilidad de Pimienta de reforzar el caudal ideológico que llevó a la UD al ascenso. En la 00-01, tras subir con el talonario y la mano de Kresic, los amarillos recurrieron al arte de los platanitos Guayre, Ángel y Larena. Mismo técnico, misma idea, mismo rigor. Un estratega, una idea y el aroma de la factoría como Biblia.

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