A partir del 1 de abril el precio del kilowatio para los consumidores domésticos dependerá de lo que se pague por él en los mercados mayoristas, un precio que fluctúa día a día. Hasta ahora ese precio se fijaba en una subasta trimestral q aseguraba el mismo coste durante todo el periodo pero a cambio de pagar una especie de seguro que encarecía la electricidad.