Los estudiantes de una de las escuelas arrasadas por el tornado momentos después de su paso deja imágenes dantescas. Los niños, asustados y confusos, buscan desesperadamente a sus padres.Un tornado que avanzó 32 kilómetros en 40 minutos y que a su paso sembró un rastro de destrucción. Los equipos de emergencia siguen buscando supervivientes ayudados con perros que olfatean cada milímetro, debajo de cada madera y de cada ladrillo en busca de algún rastro de vida.