Viernes por la tarde en Washington, Estados Unidos. Un individuo acaba de saltar la valla de la Casa Blanca. El servicio secreto se pone en máxima alerta y empiezan a evacuar a todo el personal y a la prensa. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había abandonado minutos antes el edificio. Acompañado por sus dos hijas, Malia y Sasha, se dirigía en el helicóptero presidencial hacia su residencia en Camp David, en Maryland, donde está pasando el fin de semana. Poco después de que Obama dejase las instalaciones, los periodistas que estaban en la sala de prensa y parte del personal de la Casa Blanca reciben la orden de evacuación.