California se convierte en el quinto estado de Estados Unidos que legaliza el suicidio asistido. El gobernador californiano ha dado a luz verde a la ley, pese a que sobre él pesaban muchas dudas por su perfil religioso y su pasado seminarista. Jerry Brown, sin embargo, ha dejado la puerta abierta para que otros decidan. A partir del uno de enero, los médicos pueden recetar medicamentos para acabar con la vida de pacientes terminales. La única condición es que estén avalados por dos médicos que confirmen la voluntad consciente del enfermo. Brittany Maynard fue su gran impulsora hace un año. Enferma de un cáncer terminal sacudió las conciencias de los californianos cuando decidió mudarse a Oregón para poder descansar en paz.