El fuego no da tregua. Y si él no descansa, no lo hace nadie. Los vecinos de Carlet (Valencia) han pasado la noche en vela, preocupados, atemorizados, desolados... Sufrían viendo cómo las llamas amenazaban sus casas. Nunca han visto nada igual. Miles de brigadistas intentaban controlar el incendio, pero el viento de poniente y lo seco del terreno, no ayuda.