Esta pasada medianoche ha finalizado el plazo para que los tres disputados del PSC que rompieron la disciplina de voto entregaran sus actas, pero ninguno de los tres lo ha hecho. Ahora quien tiene que tomar una decisión es la dirección del partido en Cataluña. A partir de hoy se abre un proceso disciplinario. Una de las opciones es que el partido traslade el caso a la comisión de garantías, una comisión que podría, incluso, suspender a los tres diputados de sus cargos en la ejecutiva, mientras dura la investigación. La sanción más dura sería su expulsión del grupo parlamentario, algo con lo que, en principio, no están de acuerdo todos dentro del partido, por el temor a una escisión.