Los juzgados de Santiago calientan motores porque este martes comienza uno de los juicios más esperados de los últimos tiempos: el de la muerte de la pequeña Asunta. Cuatro semanas de juicio por el que desfilarán más de 80 testigos, 60 peritos y un jurado popular que tiene en sus manos decidir cuál es el grado de culpabilidad de los padres de la niña, los únicos acusados del crimen. Con los acusados en prisión desde la muerte de la niña, y aparente buena relación entre ambos, las defensas hasta el momento también parecen estar en sintonía. La estrategia principal es mantenerse inocentes y reclamar que se encuentre al verdadero responsable.