En Brasil, los espectadores de una obra de teatro no pensaron que sería la última función de uno de los protagonistas.Tenía que interpretar a un ahorcado, creyeron que estaba interpretando su papel y cuando avisaron a los médicos era demasiado tarde. Su afición al teatro comenzó hace muchos años. Desde pequeño, Tiago había participado en obras religiosas. Lo que no sabía era que una le costaría la vida.