Un grupo de parapentistas sobrevolaba una zona del río Genil cuándo salta la alarma. Habían perdido a uno de los miembros, que se había quedado colgado en una zona de cables de alta tensión. La altura a la que se encontraba colgado, unos 80 metros, dificultaba el rescate, ya que los bomberos no eran capaces de llegar desplegando una escalera. Se especuló con la posibilidad de un helicóptero pero ante la falta de visibilidad por ser de noche, la maniobra era imposible de realizar.