Viajamos en primera clase hasta el 10 de abril de 1912. El día que zarpó el que fue el Transatlántico más grande del mundo. Ahora el Titanic atraca en Madrid y nos abre sus puertas para conocer su interior. Tan bien recreado que nos muestran hasta la lista oficial de pasajeros de primera y relojes parados a la hora del naufragio. Impresionan los objetos aportados por alguno de los 710 supervivientes, sin renunciar a los mitos que inspiraron la ficción y las historias humanas con las que buscan generar empatía para que los visitantes sientan lo que vivieron los 2200 pasajeros del Titanic.