Este jueves volverán a reunirse los representantes de la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno regional y los cabildos insulares para alcanzar una fórmula de consenso que posibilite al Ejecutivo realizar los ajustes necesarios que no provoquen un "problema financiero" a las arcas de la Comunidad Autónoma ni una merma de ingresos "inasumible" para los cabildos. La posición del Ejecutivo es la de acometer los "ajustes" en tres años, incluyendo 2008, mientras que las corporaciones insulares plantean que los recortes se aplacen a 2009 y 2010.

El vicepresidente del Gobierno, José Manuel Soria, y el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Pérez, polemizaron ayer en torno a este asunto. El primero criticó a Pérez por "interferir" en el proceso negociador con sus declaraciones y le acusó de "no hablar durante la reunión de julio, para al final echar mano de un técnico y culpar al Gobierno central".

Por su parte, José Miguel Pérez se refirió ayer a que "a nadie se le esconde las dificultades presupuestarias" y reconoció que ya se ha producido un primer "rifirrafe con el consejero de Economía del Gobierno de Canarias". "Soria se equivocó avanzando unas previsiones de ingresos que luego se han visto desplazadas por la realidad y ha metido en un serio lío a todos los cabildos y ayuntamientos del Archipiélago", dice. "El jueves plantearemos que sean todas las consejerías las que se aprieten el cinturón, entre otras medidas".

Pérez espera que en la próxima reunión también se hable de los 200 millones de euros que el Gobierno de Canarias ha ingresado de más y que tendrá que descontar el año que viene. Considera el presidente de la Corporación insular grancanaria que la devolución debería realizarse a plazos, porque el "el taconazo de la resta puede ser enorme si se ingresa en un solo plazo", lo que perjudicaría a los siete cabildos.