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Entrevista.

Pedro Ortega Rodríguez: "Espero que el diálogo permita la entrada del gas en Gran Canaria"

"Es necesario tener el reglamento sobre la parte fiscal del REF para dar seguridad jurídica a la inversión", apunta el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias

El consejero, en un momento de la entrevista. YAIZA SOCORRO

¿Puede tener éxito su gestión si Madrid incumple el REF como ha hecho hasta ahora?

Ahora mismo necesitamos que se apruebe el reglamento que otorgue plena vigencia a los incentivos de la parte fiscal del Régimen Económico y Fiscal (REF). Después de eso tenemos la parte económica, que no la hemos revisado desde hace 21 años.

¿Y en qué medida dependen las áreas que dirige de que se logre poner el REF a salvo de incumplimientos?

Insisto en que debemos ir por pasos y antes que nada aprobar ese reglamento que tenemos pendiente, porque sin él ningún inversor se siente jurídicamente seguro para acogerse a los incentivos. A lo largo del proceso tenemos que lograr que esas herramientas adquieran toda la potencia posible, porque podría ocurrir que el propio reglamento las limite; eso hay que evitarlo. Cuando hayamos solucionado esa fase, será el momento de abordar el resto. Nuestro REF intenta compensar los sobrecostes que tenemos como ciudadanos que vivimos en Canarias. Teniendo eso claro debemos ver si en la actualidad están contemplados todos.

¿Han cambiado desde la última revisión?

Claro, en 1994 eran unos y hoy, otros. El documento enviado a Madrid sobre el REF económico, que aprobó el Parlamento y cuenta con el consenso de la mayoría de los agentes sociales, incluye, por ejemplo, las emisiones, que no estaban contempladas; la doble insularidad, que tampoco recogía el anterior documento... El inventario está hecho y falta llegar a un acuerdo con el Estado para que todo lo que hemos identificado en nuestro REF económico quede anclado y no esté sometido a vaivenes. Eso lo tenemos que trabajar ahora.

¿Qué receta tiene para que las Islas se conviertan, ahora sí, en plataforma tricontinental?

Más que de la tricontinentalidad me gusta hablar de la internacionalización, esa es la palabra clave. Queremos que Canarias cambie de modelo y una de las bases para lograrlo es esa internacionalización, entendida como mejora de la exportación de la producción canaria, elección del Archipiélago como plataforma por parte de empresas que quieran establecerse en África o invertir directamente en las Islas, como ocurre últimamente con el cine, y, por último, que la clase media emergente del continente vecino consuma nuestros bienes y servicios.

¿Son esas tres patas suficientes para el apuntalamiento?

Si ponemos en marcha las tres y les dedicamos recursos, seguro que conseguimos algo. Vamos a contar con nuevas herramientas y tenemos que aprovecharlas. En noviembre el muelle de Tarfaya estará operativo y la distancia desde Fuerteventura son dos horas y media. Estamos, además, cerca de una carretera que cruza África de norte a sur. El momento es el ideal.

¿Falta conocimiento fuera de las ventajas que ofrece Canarias?

Claro que falta. La Zona Especial de Canarias (ZEC) se ha impulsado con la última modificación, pero, y vuelvo al principio, los incentivos fiscales que tenemos no cuentan aún con el reglamento por el que se van a regir. Tampoco podemos ir a lo loco diciendo cosas que no están terminadas. Todo va por buen camino, pero debemos tener todo cerrado y que estén de acuerdo las administraciones.

¿Cuánto depende de la agilización de los trámites la llegada de inversión desde fuera?

Esa es una asignatura en la que tenemos que trabajar. El Gobierno tiene dos ejes en su estrategia: el empleo y el bienestar social. Las responsabilidades que me tocan a mí son el crecimiento económico y el cambio de modelo productivo. El primero permitirá obtener más ingresos para destinarlos al empleo y al bienestar de nuestra población. En cuanto al segundo, evidentemente el turismo tiene que seguir siendo líder, pero los otros sectores deben aportar más.

¿Cómo va a lograrlo?

Primero, obteniendo información de todos los sectores. Hay que acercarse a hablar con ellos y detectar debilidades y fortalezas. Luego, es necesario dialogar con todas las administraciones, locales, insulares, el Estado e, incluso, Europa, para intentar que existan las menos trabas posibles y se alcancen los mayores puntos de encuentro. Con todo eso habrá que adoptar las medidas para hacer posible el crecimiento y el cambio de modelo. Una de las demandas que seguro nos vamos a encontrar, porque ya lo hemos detectado en estos diez días, es la simplificación de los trámites administrativos al máximo. Todo lo que se haga debe pensarse en términos de eficacia absoluta.

¿Es posible un mercado único canario real?

El mercado canario ya es único. La intermodalidad en el transporte de los productos elaborados en Canarias es inevitable y no existen los milagros. Fabricar un producto en una isla significa meterlo en un camión, subirlo al barco, llevarlo a otra, recogerlo otro camión, transportarlo a un almacén y desde allí repartirlo, eso va a ocurrir siempre. En tiempo hay un coste imposible de evitar, pero luego hay otro como el económico, medible. Tienes que tener aprovisionamientos en dos islas. Si conseguimos que la bonificación al transporte de mercancías, que la propuesta de REF económico enviada a Madrid cuantifica en el cien por cien, tenga siempre ficha financiera, por lo menos se cubre el sobrecoste económico. Nunca lo estarán el tiempo y el exceso de almacenamiento de producto o materias primas que es necesario tener siempre.

Hablaba de la carretera que recorre África de norte a sur. ¿Se puede pensar en un mercado más allá de la costa occidental?

Ahora mismo pienso en lo que tengo más cerca. No excluyo nada, pero no soy de disparar hacia todos lados. Hay que concentrar los esfuerzos en las cuestiones más reales. Hay una política europea y unos fondos de cooperación con los que trabajar. Tengo la Dirección General de Asuntos Económicos con África y con la UE. La vocación es clara, en el continente vecino hay un crecimiento del 6% y las infraestructuras se están creando, no nos queda otra que ir allí. Muchos de nuestros productos y servicios se han exportado a África y debemos ser también polo de atracción para multinacionales que trabajan allí, como es el caso de Kinross o las plataformas petrolíferas que operan en las costas africanas... Todo eso configura un mercado a explorar con decisión. Con Proexca tenemos que trabajar mucho esa línea y centrar ahí el tiro.

¿Jugarán las Islas el papel de pasillo natural de toda la UE también hacia África?

Por supuesto. Intentamos ser esa plataforma. Canarias necesita a África y viceversa, porque somos el nodo de conexión de Europa. A día de hoy, la seguridad que da el Archipiélago en todos los ámbitos la convierte en el mejor punto de enlace de Europa con África. De hecho, la Unión Europea (UE) nos impulsa, con su política de gran vecindad, a relacionarnos con la zona. Es responsabilidad nuestra aprovechar todas las líneas de financiación que ya existen para estrechar lazos con los países africanos.

¿Es posible incorporar el resultado de la investigación al proceso productivo?

Ese es otro aspecto en el que tenemos que trabajar mucho. La transferencia del resultado de la investigación a las empresas y emprendedores tiene que ser más fluida. Tenemos bajo la órbita de esta consejería la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi) y el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), aparte tendremos que trabajar con las universidades para que todos juntos generen valor que se transfiera a las empresas. Contestando a la pregunta, sí es posible, pero todavía no hemos alcanzado el punto adecuado.

¿En qué medida tener una industria especializada acerca al éxito de aumentar el peso de ese sector en el PIB?

Totalmente. El presidente [Fernando Clavijo] inicia su mandato visitando Taliarte, donde se concentra buena parte de la investigación que tiene que ver con el mar. Tenemos todo lo referente a la Astrofísica y podemos hablar de Biomedicina y lo que se está trabajando con el aloe... Con las universidades, los centros de investigación adecuados, una administración que se vuelque en caminar en esa dirección y que luego nos encontremos con empresas y emprendedores que sean capaces de absorberlo, contaremos con una industria especializada, pequeña o grande, ya veremos lo que va saliendo, porque tenemos que contemplar tanto la alta tecnología como la pequeña industria. El mundo al que estamos yendo no tiene nada que ver con el que teníamos. El territorio, la distancia, su fragmentación no son un problema en la sociedad de la información, necesitas grandes vías de conexión y eso también es industria.

¿Y qué hacemos con la que ya conocemos?

Hay que mantenerla. Es primordial partir de lo que ya existe, procurar que continúe ofreciendo solidez para que los pies no se nos hundan en el barro, y a partir de ahí ver las herramientas con las que contamos para llegar al objetivo de que con las personas y los recursos científicos y económicos generemos productos o servicios nuevos que puedan adquirir nuestras empresas y convertirlo en riqueza.

Planteado de esa manera, también evitar la fuga de talentos pasa por sus manos.

Si logramos todo lo que comento, los talentos no tendrán que marcharse. La peor pérdida para una sociedad es la marcha de las personas inteligentes. Hay que retenerlas. En Estados Unidos hay canarios jóvenes trabajando en grandes empresas porque aquí no tienen dónde hacerlo. Además, si logramos que se queden, transfieren conocimiento y esa es una cuestión en la que hay que trabajar mucho.

La crisis se llevó por delante recursos para investigación y en el ITC hubo grandes problemas. ¿Se revitalizarán esas partidas?

Es una obligación hacerlo. En la agenda de trabajo tenemos como prioritario este asunto. El lunes [se celebra una reunión del Gobierno de Canarias con el Ministerio de Industria, Energía y Turismo] vamos a pedir una reunión para ver las líneas de financiación. Hemos de recuperar todas las posibles para que el conocimiento sea una prioridad y una base del crecimiento de nuestra tierra. Estamos hablando de conseguir que, aparte de un destino turístico, que siempre lo seremos, también se nos conozca por la ciencia que podamos generar y la aplicación de esta a los procesos productivos.

El tamaño de la producción canaria es pequeño en comparación con otros. ¿No supone eso un problema estructural a la hora de ser competitivos?

Lo es, pero la industria canaria es competitiva como demuestra el hecho de que siga existiendo. Hay medidas que se aplican para compensar los sobrecostes y hay industrias centenarias. Si existen, es porque son competitivas y continúan ofreciendo al consumidor un valor suficiente.

El producto canario es el más cercano a los establecimientos alojativos de las Islas. Sin embargo, no puede competir en precio con las centrales de compra de las grandes cadenas hoteleras. ¿Ese problema es superable?

En mis primeras conversaciones con la consejera de Turismo [María Teresa Lorenzo] acordamos abrir líneas de trabajo para ver cómo conseguimos que el sector turístico compre los productos elaborados en Canarias. No quiero decir que lograrlo sea solo responsabilidad del sector turístico, sino también del industrial. Hay que sentarse en una mesa y potenciar este consumo. Pasa en el caso de los consumidores del Archipiélago, que valoran la frescura, el empleo que crea la producción local y la economía de arrastre.

¿Se puede llegar a ese objetivo de tener el 36% de generación con renovables en 2020?

A poco que diez licencias que están encima de la mesa se desbloqueen, pasamos al 20%. Es verdad que por las cuestiones que sean hemos tardado en activarlo, pero en cuanto logremos desatascarlo esto va a ir deprisa. Tanto el Gobierno de Canarias como el de España han fijado como prioridad las renovables y es verdad que se ha avanzado mucho. El decreto 6/2015, que fija la autorización administrativa como condición para poner en marcha los proyectos, ha sido bueno y lo demuestran las iniciativas que se han colocado encima de la mesa. Sí, se va a lograr.

Decreto 6/2015 que Madrid conminó a cambiar so pena de recurrirlo.

Estoy seguro de que vamos a ser capaces de entendernos, porque tenemos que hacerlo y lo importante es que los dos estamos de acuerdo en que las renovables son el objetivo. Si hay obstáculos, habrá que salvarlos y me consta que hay voluntad de resolverlo.

¿Estaba en la agenda de la reunión [celebrada ayer] entre el presidente canario y la ministra de Fomento el desbloqueo de los parques afectados por las servidumbres aeronáuticas?

El tema en su conjunto está en la agenda del presidente y también el lunes es donde primero tenemos que abordarlo, porque ahí está el problema de base. Luego veremos cómo lo enfocamos con la ministra.

Dentro del propio gabinete canario también tiene trabajo. ¿Saldrán los parques eólicos cuya tramitación se eterniza en Medio Ambiente?

Volvemos a la necesaria agilización de los trámites administrativos. Dentro de la línea de diálogo e identificación de problemas, intentaremos encontrar las soluciones.

¿Habrá gas en Canarias? Y sobre todo, ¿lo habrá en Gran Canaria a pesar de la oposición del Cabildo?

Trabajaremos para que entre el gas y espero que el diálogo nos permita que lo haya también en Gran Canaria. Creo firmemente en el intercambio de opiniones para hallar puntos de encuentro. Ahora bien, el gas no nos apartará del objetivo de conseguir el cien por cien de la generación con energías renovables y el mayor nivel posible de autoconsumo. Constituye solo una etapa intermedia en la que podremos prescindir del combustible utilizado en la actualidad, que es mucho más caro y contaminante.

También la Justicia obligó a paralizar la construcción de la planta de Granadilla (Tenerife).

Entendemos que el problema es solventable. Se trata de que no contaba con un estudio de impacto ambiental no de la propia planta, sino de lo que existe alrededor de ella. Esperamos que en un plazo no muy largo haya gas allí.

¿Alguna vez imaginó ser consejero del Gobierno de Canarias?

No. Sí es cierto que algún amigo me dijo que acabaría siéndolo. Yo le decía que no.

¿Quién lo llamó para proponérselo?

Coalición Canaria. Me presentaron el proyecto y me lo concretó el presidente, que fue lo que me convenció.

¿Por qué? ¿Qué tenía?

Es ambicioso y los retos me gustan. Pensé que era hora de dejar de opinar para pasar a hacer aquello sobre lo que opinaba. Espero cumplir expectativas y contribuir a que cuando mi labor termine mi tierra esté mejor.

¿Funcionan muy diferente lo público y lo privado?

De momento estoy en la etapa de informarme. Llevo 25 años trabajando en el sector privado y, evidentemente, hay cuestiones diferentes, por dimensión y porque los procedimientos son distintos. No obstante, cada día me siento más cómodo en la Administración.

Lo que siempre va a ser diferente es la garantía jurídica que debe exigirse a lo público.

Todavía no he pasado a la fase de acción. Entramos a las ocho de la mañana y nos vamos a las ocho de la noche, sigues hablando en el trayecto a casa, allí revisas los papeles, por la noche te llegan correos y a la mañana siguiente estás aquí otra vez. La actividad ha sido frenética para acabar cuanto antes la documentación. Ahora tenemos que dejar que la información se sedimente para procesarla y la acción empieza después.

¿Qué es lo inmediato?

Salir a hablar con los sectores, los agentes económicos y sociales y el resto de administraciones. El lunes voy a demandar una agenda con los secretarios de estado para tratar los asuntos de energía, industria, sociedad de la información y el REF.

¿Y aún le queda elaborar un presupuesto?

Eso lo está elaborando el equipo con las directrices que marca el Gobierno, no he intervenido todavía. De momento está en manos del secretario general técnico. No hemos llegado a los problemas que pueda generar el presupuesto.

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