La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista.

José María Moreno: "Debe preocuparnos muchísimo la detención de la yihadista en Lanzarote"

"En nuesta lucha contra la trata no hay cuartel; es patético que prolifere la clientela de la prostitución", afirma el jefe superior de Policía de Canarias

Moreno, en su despacho de la Jefatura Superior de Policía. QUIQUE CURBELO

Su primera experiencia en las Islas fue como inspector en Las Palmas de Gran Canaria. ¿Cómo ha cambiado la delincuencia en 35 años?

La técnica ha avanzado mucho, se ha sofisticado. Ahora contamos con cámaras en la calle, por ejemplo, elementos que antes no teníamos para solventar problemas de seguridad ciudadana. Es cierto que igual que nosotros tenemos más posibilidades, ocurre lo mismo con los malhechores; desgraciadamente siempre vamos detrás.

¿Es cierto que en los años 70 le decían a un delincuente que fuera él solo a la comisaría y les esperara allí y lo hacía?

Rigurosamente cierto. A mí me ha pasado. Teníamos nuestra base en la calle Doctor Miguel Rosas y cuando veíamos a un carterista por los alrededores del parque Santa Catalina, entonces una zona mucho más turística, lo mandábamos a la comisaría y cuando volvíamos de atender otros asuntos estaba esperando. No le digo que ocurriera siempre, pero sí que pasaba.

Uno de los fuertes de Canarias como destino turístico es el nivel de seguridad que ofrece. ¿Está garantizado?

Estoy seguro de que sí. La seguridad subjetiva que debe tener la persona, se lleva por dentro y es la que permite salir a la calle sin temor, por cualquier zona y a cualquier hora. Lo que realmente convence a la persona de que funciona el sistema es que la policía se pone en marcha cuando se reclama su servicio. Milagros no pueden hacerse ni tampoco profecías, pero tenemos unos parámetros muy buenos y con nuestros planes de trabajo, diseñados por la Dirección Adjunta Operativa, la seguridad está plenamente garantizada. Evidentemente hay que restar los casos extremos, aislados e inevitables que siempre suceden.

¿Las Islas son también un punto geoestratégico para las grandes mafias?

Canarias es un territorio policialmente bueno, porque las fronteras están bien delimitadas. De aquí no se sale si no es por un puerto o un aeropuerto. Eso lo saben esas mafias y también, efectivamente, que la ubicación es estratégica, por lo que puede ser un lugar de paso para las grandes mafias. Hemos podido ver cómo se han cogido grandes alijos de droga en alta mar que, cuando menos, habrían transitado por Canarias. Ahora bien, no veo que pueda afirmarse que las Islas sea un lugar en el que se concentren estas organizaciones criminales.

¿No que se concentren, pero sí que pasen por aquí?

Es verdad que entre los millones de turistas extranjeros han aparecido personas vinculadas a las mafias italiana o rusa y también ha habido presencia de esa banda serbia denominada Pink Panther, pero terminan detenidos; es peligroso jugar a ser malo en las Islas.

¿Cómo puede avanzarse en la lucha contra el tráfico de seres humanos?

España tiene más de 1.500 clubes de carretera y hay modalidades nuevas como las casas de citas. Las redes sociales, incluso los periódicos, anuncian este tipo de cuestiones. Hay que saber lo que hay detrás y hay que perder el miedo a las denuncias, cosa que solo puede ocurrir con información. Ese el sentido de las campañas que hemos promovido, queremos concienciar a todos de que tras una mujer que ejerce la prostitución seguro que hay un explotador. O más aún, porque si se trata de una mujer extranjera, seguro que hay una red que la ha captado en su país, la ha trasladado, la está explotando, la está anulando como persona y robándole su dignidad. No hay más remedio que insistir con nuestra juventud, con nuestros futuros hombres y mujeres que van a tirar del carro. Ellos son quienes tienen que tener la información y de verdad que en muchas ocasiones no conocer el tema en profundidad.

Si existe, es porque alguien paga. ¿Con esa información se logra rebajar la demanda?

Cierto que el negocio existe porque hay demanda y, desgraciadamente, cada vez más. Aun así, sería insensato pararnos. Esta es una lucha sin cuartel y hay que seguir peleando en todos los frentes; resulta patético que siga proliferando la clientela de la prostitución.

¿Llega a la sociedad la dimensión real del problema de la violencia de género o es mayor de lo que se piensa?

No sé si los ciudadanos lo perciben en toda su dimensión, pero le puedo asegurar que en esta Jefatura estamos preocupados. Una parte importante del trabajo diario está dedicado a este tipo de delitos y eso es un mal síntoma.

Han llegado pateras en los últimos días. ¿Podemos pensar en un nuevo protagonismo de Canarias en la inmigración irregular?

Canarias está en la ruta. Han llegado más personas en patera que el año, pero no me parece que ahora mismo sea el destino más propicio. Es verdad que África está ebullendo, no es un secreto. Hablamos de 170.000 personas en Italia y cerca de 300.000 en la zona de Turquía y Grecia, el movimiento migratorio es impresionante. Que aquí este año andemos por unas 16 o 17 pateras no supone nada. No hay que perderlo de vista, pero no es preocupante. Es imposible evitar que llegue alguien y lo que hay que hacer es atenderlos, son víctimas. En esto también funcionan las mafias.

¿Los ciudadanos tienen claro que el inmigrante es la víctima?

Creo que sí y si no, se lo explico ahora mismo en dos palabras: si en una patera llegan 40 personas y cada una paga 1.000 euros, quien ha preparado la patera se lleva 40.000 euros. Es un negocio perfectamente organizado, no se trata de que llega un inmigrante de forma aislada.

¿La recuperación económica redundará en una mejora de los índices de delincuencia?

Pensamos que la crisis provocaría más delincuencia y no ha sido así. Ha dejado desempleo y pobreza, todo el mundo ha tenido que apretarse el cinturón. Es difícil que alguien que no es un delincuente vaya a serlo porque se quede sin trabajo. Además, hay muchísima solidaridad y la familia es un punto fuerte de apoyo.

¿Es preocupante que residiera en Lanzarote la presunta yihadista detenida en julio?

Nos debe preocupar muchísimo. En todo lo relacionado con el yihadismo, cualquier cosa nos tiene que preocupar muchísimo y tanto la gente a la que dirijo como yo estamos aleccionados en ese sentido. Aunque parezcan nimiedades, todo está relacionado. La captación es una parte del proceso y, además, importantísima. A partir de ahí empieza el adoctrinamiento, luego el traslado a otro país y la formación terrorista, y esas cabezas ya instruidas son un peligro terrible.

¿Qué papel juega la colaboración con otros países para abordar asuntos de esta naturaleza?

No le quepa ninguna duda. Los estados vecinos, tanto de la Unión Europea, en los que la Policía tiene bases de datos y fronteras comunes, como terceros países ribereños del Mediterráneo o el Atlántico. Con Marruecos, Mauritania o Senegal, por citar algunos, la colaboración y el intercambio de información son importantes. Hay además equipos de investigación conjuntos. Eso no impide que cualquier día un loco nos pueda dar un susto, pero trabajamos permanentemente para que eso no ocurra.

¿Queda algún resquicio para esclarecer las desapariciones de Sara Morales y Yéremi Vargas?

No se fíe. Hay casos que se enquistan, pero fíjese que en la Península acaban de resolver la muerte de Eva Blanco, que ocurrió hace 19 años. Como dice el tópico, la Policía nunca descansa. Nadie da por cerrados esos casos. Es verdad que ahora mismo no hay equipos dedicados a ellos día y noche, pero siempre van surgiendo noticias que no caen en saco roto. La Policía ha creado un grupo dedicado a esclarecer casos no resueltos. Puede parecer que a veces llegamos a un callejón sin salida, pero viene alguien nuevo que vuelve a examinar toda la documentación, con otros ojos, desde otra perspectiva y... Los casos no están cerrados, están latentes y no nos olvidamos de ellos.

¿Afecta a las funciones de la Policía Nacional la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal?

El departamento jurídico los está examinando ahora y después nos dirá las modificaciones que contiene. Tenemos que adaptarnos a lo que hay y si el Congreso de los Diputados modifica una ley, no nos queda más remedio que aceptarlo. Nos vamos adaptando bien, ese no es un problema principal para la policía.

Compartir el artículo

stats