La magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que investiga la reunión entre el juez Salvador Alba y el empresario Miguel Ángel Ramírez ha ordenado la transcripción íntegra de la grabación hecha por el dueño del Grupo Ralons a Alba en su despacho de la Audiencia de Las Palmas. Se trata del audio supuestamente original que ha sido hallado de manera casual por la Guardia Civil en la grabadora aportada por Ramírez a la Sala de lo Penal del TSJC, cuya magistrada instructora, Margarita Varona, investiga en causas penales separadas tanto al juez como a su colega Victoria Rosell por supuestas ilegalidades en un procedimiento por un presunto fraude fiscal de 20 millones abierto en 2014 contra el presidente de la UD Las Palmas. El empresario desvela en esa charla que viajó a Madrid para hablar de su proceso con el máximo responsable de la Audiencia Nacional (AN), el tinerfeño José Ramón Navarro Miranda.
Varona, tras escuchar el audio limpiado de ruido en Madrid por el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, ordenó el lunes a la Comandancia de Las Palmas que vuelque su contenido para incorporarlo a la causa y analizarlo en toda su "plenitud", pues podría aportar nuevos indicios delictivos que afectan a "otras personas". En dicha conversación, a la que ha tenido acceso LA PROVINCIA/ DLP en su integridad, Ramírez alude al menos a tres magistrados con los que presume de tener buena relación: el presidente de la Audiencia de Las Palmas, Emilio Moya, su compañero en la Sección Sexta Carlos Vielba, y al presidente de la Audiencia Nacional.
El comprometido archivo, que fue hallado de manera casual por la Guardia Civil en la papelera de la grabadora usada por empresario, revela que Ramírez no sólo se reunió con Alba, sino que estuvo luego a solas en el despacho de Moya y le hizo cómplice de la conversación mantenida previamente con su colega de la Sección Sexta. "Quiere cargársela"; "tenía que haberse abstenido", se escucha en la charla entre Ramírez y Moya en alusión a Rosell, quien llevó la causa por fraude fiscal contra el empresario hasta que dejó el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas para dedicarse a la política. Rosell fue elegida diputada de Podemos en diciembre, aunque renunció a volver a presentarse en junio tras la querella del exministro José Manuel Soria debido a su actuación en el procedimiento contra el empresario.
En la reunión con Al ba, que dura más de una hora, Ramírez le confiesa que tiene muy buena relación con la pareja de la juez, el periodista Carlos Sosa. "Me hice amigo de él para tenerlo controlado y luego se lo contaba todo a José Manuel", explica el empresario en alusión al exministro del Industria.
También desvela un supuesto amaño en el decanato para que la querella de la Fiscalía contra Ramírez cayera en el juzgado de Rosell; la filtración de dicha información a la pareja de la juez y la publicación de la noticia por un tercer periodista, un amaño en el que mete a "la segunda de Vicki Rosell", como se refiere a la ahora diputada de Podemos Meri Pita y entonces funcionaria de lo Penal. "Tenía que haber archivado la causa antes de irse ¿y qué hizo? Pasó del rollo", incide Ramírez sobre Rosell.
Sosa, según relata Ramírez, le había tranquilizado con frases del tipo "no te preocupes, no tiene mal rollo contigo", y se dio cuenta de que "todo era una movida sindical". Pero no ocurrió nada de eso y Ramírez pidió ayuda a la segunda autoridad judicial del país, NavarroMiranda, con el que asegura haber mantenido una comida en Madrid para hablar de su causa. El tinerfeño ascendió de manera meteórica a la Audiencia Nacional desde la presidencia del TSJC, que ocupó apenas medio año. Antes estuvo al frente de la Audiencia Provincial de Tenerife.
"Necesito un tirón", asegura Ramírez que reclamó a Navarro en el almuerzo privado en Madrid. "Joder", responde Alba, sorprendido ante los supuestos contactos del empresario para tratar de influir en el posible archivo de la querella por fraude fiscal, que fue interpuesta por la Fiscalía de Delitos Económicos de Las Palmas y admitida a trámite por Rosell. "A favor de ti me han hablado 200 millones de personas", responde el juez en la grabación, que niega haber recibido esa presión y zanja de esa manera la incómoda conversión sobre el presidente de la Audiencia Nacional. En ella se alude a gestiones con Soria y, más adelante, Ramírez confiesa que conoce la afición de Alba por el Real Madrid porque se lo ha contado José Ramón Navarro.
No es la única información reservada que maneja el empresario sobre la judicatura isleña. También está al corriente de un conflicto personal entre Carlos Vielba y Alba, ambos compañeros en la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas y amigos hasta que se produjo ese incidente. El empresario le pregunta si es verdad que le dio un puñetazo y éste lo niega. Ramírez le informa además de que va al palco de Las Palmas "por la cara".
Esos, al menos, son los tres nombres de magistrados que se escuchan en el audio rescatado por la Guardia Civil. Con Moya, además, no sólo habla de forma distendida en presencia de Alba del caso kárate sino que luego se reúne a solas en el despacho del presidente de la Audiencia Provincial y le revela confidencias sobre su caso. Son casi ocho minutos de conversación entre susurros en los que habla de las intenciones de Alba respecto a Rosell, así como de la tramitación del indulto que aguarda Ramírez y de las "soluciones" que hay respecto a ese complejo laberinto judicial en el que está inmerso.
La grabación, en su totalidad, dura una hora y diecisiete minutos. Es continua, lo que demuestra que el empresario faltó a la verdad cuando dijo que había parado la grabadora al entrar Emilio Moya en el despacho de Alba. Es cierto que entra, pero los tres se ponen a hablar del caso del kárate. Tanto Moya como Alba integraron el tribunal sentenciador, este último como ponente.
Rosell se ha personado en la causa abierta contra Alba al considerar que preparó en esa reunión una posterior declaración del empresario con la intención de perjudicar su carrera política, pero el hallazgo de la Guardia Civil en la grabadora desvela que la trama se complica. De la legalidad de ese audio como prueba depende la suerte de la querella del exministro contra Rosell por prevaricación, cohecho y retraso malicioso.
Mientras, Salvador Alba deberá ratificar el 2 de noviembre su denuncia contra Miguel Ángel Ramírez y el abogado Sergio Armario por la grabación clandestina hecha en su despacho de la Audiencia de Las Palmas.
