Yulia Maleeva, periodista de 65 años, salió ayer del centro penitenciario Las Palmas II en Juan Grande. La esposa de Vladimir Kokorev quedó en libertad provisional tras dos años de internamiento en prisión sin ser juzgada. Sin embargo, su marido sigue preso, si bien se le ha rebajado la fianza de dos millones de euros a 600.000 euros. Su hijo Igor también permanece entre rejas.

El matrimonio hispano-ruso acusado junto a su hijo de ejercer como presuntos testaferros del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, lleva desde 2015 en la cárcel ubicada al sur de Gran Canaria, tras ser detenidos por la Interpol en Panamá y extraditados a España.

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha estimado el recuso de apelación interpuesto por Yulia Kokorev contra el auto del 1 de agosto dictado por la magistrada del Juzgado de Instrucción número 5 de la capital grancanaria, Ana Isabel de Vega, por el que se acordaba prorrogar la prisión provisional comunicada y sin fianza contra ella. En consecuencia, la Sala revocó ayer la resolución y acordó la libertad provisional de Yulia Kokorev.

El abogado de Yulia Kokorev, Antonio José García Cabrera, pidió la libertad alegando motivos humanitarios y planteó que la prisión provisional es una medida de aplicación excepcional y a su cliente se le acusa de un presunto delito de blanqueo de capitales, cuya pena máxima es de seis años de cárcel, de los que ya ha cumplido dos sin ser juzgada.

El pasado agosto la juez Ana Isabel de Vega decidió prorrogar por un máximo de dos años más la prisión provisional a Vladimir, Yulia e Igor Kokorev.

Sin embargo, en un auto dictado ayer, la Audiencia ha accedido a poner en libertad a la matriarca de la familia Kokorev aunque con prohibición de salida de Gran Canaria y retirada del pasaporte y obligación de comunicar al juzgado cuantos cambios de domicilio realice. Tiene la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado o en la Sala de la Audiencia que vaya a celebrar el juicio.

Arraigo familiar

El letrado de Yulia Maleeva señaló que no existe riesgo de fuga y destacó que su cliente carece de antecedentes penales y policiales, es ciudadana española, tiene domicilio y vinculación económica con España así como arraigo familiar.

La insularidad es propiamente otro elemento respecto a la inexistencia de un grave riesgo racional de fuga, expuso. El abogado reivindicó tener en cuenta la edad de Yulia y la de su esposo enfermo y con problemas incluso de movilidad, y valorar especialmente que ya estuvo en libertad bajo fianza en Panamá (desde el 11 de septiembre hasta el 31 de octubre de 2015) sin evadir la acción de la Justicia y aceptó voluntariamente la extradición, indicó.

Ayer, sobre las cuatro de la tarde, Yulia Maleeva conoció en su celda la resolución judicial que decretaba su puesta en libertad. Le dieron media hora para recoger sus enseres y despedirse de sus compañeras de prisión. Pasadas las 17.00 horas abandonó el centro penitenciario en estado de shock. Fuera de las instalaciones la recogió el cónsul honorario de Rusia en Canarias, Gonzalo Parada, a quien Maleeva preguntó apenada por su marido y su hijo, recluidos en la misma prisión aunque en módulos diferentes.

Tras su libertad y a la espera de juicio, residirá en Las Palmas de Gran Canaria en un inmueble de su propiedad.

El auto de la Audiencia, con la magistrada Oscarina Naranjo como ponente, señala que la medida de prórroga de la prisión provisional adoptada por la juez Ana de Vega podría vulnerar el derecho a la libertad del artículo 17 de la Constitución y del artículo 5 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, al resultar desproporcionada en razón de la naturaleza del delito objeto de investigación, la pena prevista para el mismo, el momento procesal de las actuaciones y las circunstancias personales de la afectada. Asimismo, apunta que dicha medida era "dudosamente permisible desde el punto de vista teleológico", por lo que la continuidad de Yulia en prisión no resulta "adecuada, idónea ni imprescindible".

La magistrada considera que el riesgo de fuga, aducido por la Fiscalía, trascurrido el tiempo de dos años en prisión es "más débil".

Por otro lado, la Sección Sexta también ha estimado parcialmente el recurso presentado por la defensa de Vladimir Kokorev contra el auto que prorrogó su prisión y rebaja a 600.000 euros la fianza impuesta para eludir la cárcel. Así, se espera que Kokorev, de 63 años, salga del presidio en los próximos días, una vez abone dicha cuantía.En el auto, con Emilio Moya como ponente, se le prohíbe salir de la isla y está oligado a comparecer cada semana en el juzgado.

En la causa penal abierta se intenta esclarecer el origen de más de 26,4 millones de euros hallados en las cuentas bancarias del matrimonio procedentes de las arcas públicas guineanas.