El Herbalife Gran Canaria comprobó ayer en sus propias carnes la delgada línea que separa la gloria del fracaso en esto del deporte. El Granca tuvo en sus manos volver a hacer historia en la actual temporada. En un templo del baloncesto como el Fernando Buesa Arena de Vitoria, donde allá por el mes de septiembre levantaba el primer título del club, estuvo a punto de conquistar otro hito para la entidad, las segundas semifinales del cuadro amarillo en su trayectoria en la Liga Endesa.

El escenario parecía que ni pintado, idílico, para repetir la gesta del año 2013. Misma pista, mismo rival y mismo día, un 28 de mayo. Pero esta vez en la moneda al aire que significa jugárselo todo al último tiro del partido salió cruz para sus intereses y para mayor gloria del Baskonia (73-71).

Y eso que la opción elegida para festejar se planteaba como la que todos hubiésemos deseado. Un tiro de tres para el máximo especialista del equipo. El francontirador Kyle Kuric, el que suele ser letal saliendo del bloqueo y poniendo el aro en el objetivo.

En la buena imagen mostrada por todo el equipo, resaltar a nivel particular las actuaciones de Eulis Báez (18 puntos, 5 rebotes y 29 de valoración), Sasu Salin (12 puntos y 13 de valoración) y Albert Oliver (10 puntos).

En los inicios del tercer choque de la eliminatoria, parecía que el Granca seguía en el segundo partido de la serie, donde daba un repaso al cuadro baskonista. Los amarillos salieron primorosos, acertados en ataque y en defensa. Un parcial de 0-6, con aciertos de Eulis Báez, Royce O'Neale y Bo McCalebb.

El Baskonia, sorprendido, despertó a base de triples. Al primero de Beaubois respondió Anzejs Pasecniks (3-8). A partir de ahí, comenzaba el festival de Tillie desde la línea de 6,75. Tres consecutivos que encontraban la respuesta de Sasu Salin, que enchufaba dos (9-14).

Resurgía Eulis Báez por los amarillos y Hanga seguía desangrando al Granca a base de aciertos triples (15-18). Otro de un magistral Tillie ponía las tablas y otra vez el escolta finés del Granca lo replicaba (18-21). Vaya duelo de pistoleros.

Con la segunda línea en la pista del Fernando Buesa Arena por parte de los dos equipos, Voigtmann recortaba y Albert Oliver anotaba la última canasta de un primer cuarto que se volvió rácano en anotación en su tramo final (20-23).

En su aparición, el Herbalife le demostraba al Baskonia que iba en serio a por las semifinales. También el cuadro vasco reclamaba su sitio en la penúltima ronda del Playoff con un comienzo espectacular del segundo acto. En un abrir y cerrar de ojos, hacía un parcial de 14-5 tras dominar descaradamente a un rival espeso en ataque y débil en defensa en los primeros cinco minutos del periodo (34-28).

Xavi Rabaseda, con un 2+1, paliaba en algo el déficit de los amarillos, que parecieron enchufarse en defensa (34-31) a cuatro minutos para el descanso. Ya con su artillería pesada de vuelta en la cancha, el Granca igualaba la balanza (36-35), pero Hanga hacía pupa de nuevo desde la línea del triple (39-35).

Con dos minutos por delante para el intermedio, el choque se convertía en un ida y vuelta constante sin anotación, debido al alto nivel defensivo de los contendientes y al desacierto ante el aro desde el exterior. Dos tiros libres de Eulis Báez y una peleada canasta de Darko Planinic, servida por el capitán bajo el aro, dejaba todo como al comienzo después de casi 20 minutos consumidos (39-39).

El Herbalife salvaba con un 5-11 la pájara que había tenido en los minutos iniciales del segundo cuarto. Y todo ello a pesar de otorgar a su adversario demasiadas segundas opciones, sobre todo bajo el tablero en los inicios del duelo. Un dato, el cuadro local llegaba al intermedio con más rebotes ofensivos (11) que defensivos (10).

Sasu Salin, en la reanudación, seguía su idilio con el triple (39-42) y el Granca recuperaba el mando en el marcador después del 25-28 en los inicios del segundo acto. Anzejs Pasecniks y Eulis Báez aumentaban la diferencia desde el tiro libre (39-45) con dos minutos consumidos del tercer periodo.

En esos momentos, el conjunto grancanario aprovechaba la desconexión baskonista, propiciada por la buena defensa claretiana. El joven pívot letón del Herbalife, con un nuevo acierto, obligaba a Sito Alonso a solicitar un tiempo muerto tras el 0-8 (39-47, a falta de 7.24).

El triple de Larkin terminaba con la sequía vasca. Un mate posterior de Hanga dejaba en solo tres puntos la diferencia favorable a los amarillos, que lo pasaban mal en esos momentos al encajar un 5-0. El choque iba por rachas.

El 'capi', con galones

Eulis Báez se las tenía tiesas con Shengelia por una falta tras el rebote del dominicano en defensa y otra acción justamente después del jugador local castigada como intencionada. El capi del Herbalife anotó el tiro libre y forzó otra falta del mismo rival, que se iba al banco bien cargadito (44-51).

El mate de Diop servía para caldear más un ambiente en esos momentos muy explosivo, porque la parroquia local protestaba cualquier acción que cobraban los árbitros en contra del Baskonia. Bo McCalebb, también desde la línea del libre, ponía el 46-52, pero Hanga y Larkin estrechaban otra vez el electrónico (50-52, a falta de 4.25). El encuentro no tenía ni un minuto de tregua; había mucho en juego para vacilaciones.

El Fernando Buesa Arena, sin llenarse, a esas alturas se convertía en una caldera blaugrana. Más cuando se le señalaba falta a Diop sobre Darko Planinic, que no acertó con los tiros libres. Igual de desacertado se mostró Hanga en un triple que daba en el lateral del tablero. Qué nervios...

Luis Casimiro, a esas alturas, ponía en cancha a la segunda unidad y Laprovittola empataba (52-52). Estábamos ante un momento crucial en el que el equipo que no se mostrara recio podía pagarlo. Y el Granca sobrevivió con un triple de Albert Oliver a falta de dos minutos para la conclusión del tercer cuarto (52-55).

No acertó desde la línea de tres Pablo Aguilar para aumentar la diferencia, que por contra se veía recortaba por Hanga y Sedekerskis (55-55). Por suerte, otra vez el base catalán del Herbalife dejaba a los suyos al comando (55-57). El tiro libre posterior de Voigtmann ponía el 56-57 a las puertas del periodo definitivo. Madre mía.

Y en esto apareció el esperado Kyle Kuric en el inicio del último cuarto (56-59). El atasco inicial del Baskonia le llevaba a fallar tres ataques seguidos, un déficit que cortó de raíz Voigtmann con un triple y un mate (61-59).

El francotirador amarillo se estrenaba desde la línea de tres para recuperar el mando para el Granca, que lo cedía otra vez ante la acometida de Laprovittola (64-62, a falta de 6.39). Ahora cada jugada valía su peso en oro. El Fernando Buesa Arena pitaba entonces rabioso al no cobrar como antideportiva los árbitros una falta de Xavi Rabaseda. Otra del catalán la aprovechaba Larkin (66-62).

Aparecía luego la raza de Eulis Báez para con un palmeo anotar una canasta agónica y vital, pero una vez más Larkin dejaba con su triple cinco abajo a los amarillos (69-64) con ya menos de cinco minutos. Menos mal que Richard Hendrix, con su primer acierto, contrarrestaba la suma vitoriana (69-66). La tuvo de nuevo el americano para recortar aún más, pero falló su lanzamiento característico a la remanguillé posteando. Los posteriores errores de Eulis Báez desde el triple y de Tillie en el otro aro demostraban que la muñeca se encogía en ese momento crucial.

Un tiro libre de Bo McCalebb metía más en el duelo al Herbalife, pero Laprovittola respondía rápido. Ambos equipos se fueron al tiempo muerto con un 71-67 y 2.48 por jugar. Estaba en un momento comprometido el duelo para el cuadro grancanario. Pero todo era aún posible.

Mientras, la animación del Fernando Buesa Arena llamaba al Equipo A de Hannibal, Murdock, Fénix y M.A . al rescate con la sintonía de la serie resonando en el pabellón. Rebajaba el Granca con los aciertos de su capitán en los tiros libres (71-69). No le tembló la mano... Ni a Tillie (73-69). Anzejs Pasecniks emergió para taponar a Hanga y Eulis Báez, de nuevo, se mostró infalible desde el tiro libre (73-71).

Con 1.27 por jugar, el que fallase a esas alturas estaba muerto. Lo hizo Tillie y también McCalebb. Pero la última la tuvo Kyle Kuric. El francotirador amarillo la tuvo para llevar a la gloria a su equipo en el último segundo, pero sin acierto. Adiós a las semis y a la temporada.