Al finalizar el 33º Festival Internacional de Música de Canarias, una empresa externa a Canarias Cultura en Red -el Grupo ICC-, presentó una auditoria que analiza las fortalezas y las debilidades de la muestra. Entre objetivos, estudios de la empresa o detalles de la última edición, el dosier ofrece una serie de acciones a desarrollar. Y en ese apartado destaca la posibilidad de cambiar las fechas de celebración del certamen.

El Grupo ICC, para defender esa variación, se apoya en dos acciones: calendario y turismo. En el primer apartado, en la auditoría, se sostiene que era recomendable evitar la realización de la muestra entre dos festividades con arraigo en las Islas -Navidad y Carnaval- y en plena cuesta de enero. En ese punto, salta al segundo: uno de los objetivos iniciales de la muestra, allá por 1985, era atraer turismo de calidad, propuesta que el informe, en páginas anteriores, da por fracasado -"frente a la ventaja climática se plantea la misma oferta que en el extranjero"-. Y ante esa realidad propone cambiar la fecha, coincidir con la celebración de otros festivales en España y compartir gastos en la contratación de grandes orquestas internacionales.

En relación al calendario, la auditoría plantea también mantener viva la muestra a lo largo de todo el año "con actividades educativas, acuerdos con conservatorios y escuelas de música". Además, subraya los problemas que genera la organización precoz. "Los contratos", recalca el documento, "no pueden firmarse dos meses antes del evento y reservar hoteles y billetes a última hora". "Para obtener cachés competitivos se necesitan formalizar los contratos con un año o dos de antelación", destaca la auditoría.

Fundación o empresa

Entre las acciones a desarrollar, el documento recomienda la externalización del Festival de Música de Canarias mediante una fundación -participada o no por las administraciones públicas- o una empresa independiente -mediante una licitación-. También receta las contrataciones de un director artístico con titulación superior de música y experiencia en festivales y de un director técnico con titulación en gestión cultural y experiencia en festivales.

Más allá de recomendaciones para el futuro, la auditoría también refleja detalles sobre la realidad del certamen. Así, afirma que el Festival de Música de Canarias no cuenta con un plan estratégico a corto, medio y largo plazo. Considera que satisface las necesidades de "personas entre 50 y 80 años de alto poder adquisitivo" y "descuida necesidades formativas y culturales de la ciudadanía, principalmente de las capas más desfavorecidas".

Las páginas de la auditoría desvelan que "la única cartera de clientes fidelizada la componen algo más de un millar de personas que por su avanzada edad va disminuyendo año a año (sin estrategia para incorporar nuevos públicos" y certifican que "la alta cultura (conciertos sinfónicos altamente costosos) no cuenta con nicho de mercado y siempre ocasiona pérdidas".