Música

Cinco periodistas retratan la guerra en el ‘Réquiem’ de Mozart

Los beneficios del montaje, que se representa el domingo en el Auditorio Alfredo Kraus, irán a Barrios Orquestados en Honduras 

José Brito, Tilman Kuttenkeuler, Beatriz Álvarez y Óscar Muñoz, ayer, durante la presentación del montaje.

José Brito, Tilman Kuttenkeuler, Beatriz Álvarez y Óscar Muñoz, ayer, durante la presentación del montaje. / José Carlos Guerra

Cinco periodistas españoles retratarán las miserias de la guerra a través del Réquiem de Mozart en un concierto que incluirá crónica bélica y audiovisuales, que se representará este domingo 14 de abril a las 19.00 horas en el Auditorio Alfredo Kraus, y cuyos beneficios irán a parar al proyecto que tiene Barrios Orquestados en Honduras. Todas las entradas tienen todas un precio simbólico únicamente de 10 euros.

La Orquesta Maestro Valle de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria bajo la dirección de José Brito, con la participación del coro Súbito Koral a cuyo frente está Víctor Ramírez, ponen la parte musical a esta performance titulada Testimonios para un Réquiem que también cuenta con las voces solistas de la soprano Ruth Terán, la mezzosoprano Celia Jiménez, el tenor Francisco Corujo y el bajo Simón Orfila. Todos ellos intercalarán sus participaciones durante los movimientos de la obra de Mozart, «con crónicas comprimidas realizadas sobre el terreno» por los periodistas de la Ser y El País Nicolás Castellano, Jacobo García, Mónica Ceberio, Óscar Gutiérrez y Luis Doncel. El montaje estará acompañado por audiovisuales que los propios protagonistas han recogido durante su experiencia en Ucrania tras la invasión de Rusia, en México o Mozambique. 

Así lo señaló el director y cofundador de Barrios Orquestados, José Brito, en una convocatoria a la que acudieron su coordinadora de Comunicación, Beatriz Álvarez, el representante de la ONG Idea-Canarias con Honduras, Óscar Muñoz, y el director general de la Fundación Auditorio y Teatro de Las Palmas de Gran Canaria, Tilman Kuttenkeuler. Con una fila cero y entradas que aún se pueden adquirir para no perderse este recital o para «regalar cultura» a vecinos o amigos, Brito destacó que, aunque pueda resultar triste, la música de Mozart, y concretamente esta misa, trasluce siempre «esperanza», de ahí que lo consideren el «compositor de la luz».

Esperanza

Para Brito, en su Réquiem, Mozart habla de la antesala de la muerte, pero también confronta esa perspectiva con la esperanza de que puede haber algo mejor. El trabajo periodístico con el que se acompaña este particular concierto pretende «dar voz a gente invisible que lo único que quiere, como Mozart, es un mundo en paz», afirmó el director, quien añadió que el montaje también reivindica que el arte «es la esperanza que permite seguir caminando» e imprimir «equilibrio a una Humanidad tan encontrada permanentemente». En este «emocionante» espectáculo, cuya dirección recae en Ruth Sánchez y Mario Vega, los periodistas de la Ser y El País mostrarán testimonios de familias, enamorados y niños que siguen siendo oprimidos en Ucrania, unas realidades dolorosas que se siguen sucediendo en conflictos activos que afectan a otros lugares del planeta, añadió. Brito señaló que en los ocho primeros compases del Lacrimosa Mozart mete «el llanto de la humanidad, pero con un halo de esperanza». 

Beatriz Álvarez explicó que «la situación es crítica para las familias, que conviven en Honduras, «con falta de servicios básicos, absentismo escolar, embarazo precoz», etc. Barrios Orquestados llegó en 2018 al asentamiento de Nueva Capital, en las afueras de Tegucigalpa, para aportar una alternativa vital a más de 240 niños. Esta actividad ahora peligra por la falta de recursos económicos enfrentada por cuatro docentes locales, que imparten las clases de orquesta y de coro al conjunto de menores y a sus familias. Testimonios para un Réquiem busca salvar la situación en las dos sedes activas. Óscar Muñoz subrayó la importancia de esta iniciativa recordando que Honduras en uno de los tres países más empobrecidos de la región «por la mala gestión de los recursos» y que la música está teniendo una importante labor social en mucha gente.

 Toda la recaudación irá dirigida a la conservación del proyecto músico-social Barrios Orquestados en Tegucigalpa, que funciona a través de la ONG Acoes, Asociación Colaboración y Esfuerzo.