Iván Randy Iyanga Travieso (Las Palmas, 2-06-1987) es el ídolo del Mirandés -octavo clasicado del Grupo I-. El atacante grancanario, formado en las filas del Acodetti y que debutó con la UD Las Palmas en la última jornada del campeonato de Segunda División 2008-09 en el Ciudad de Valencia ante el Levante, tilda su cesión en el club burgalés de "satisfactoria" y deja su regreso al club isleño en manos de los gestores. "Toni Cruz debe decidir", manifiesta desde su piso, que comparte con su compañero de equipo Matamala, en Miranda del Ebro.

- (P) El pasado 15 de noviembre lograba su primer gol con el Mirandés. Una preciosa vaselina ante el Lemona puso en pie a los cinco mil aficionados que arropan al Mirandés en el Estadio Municipal de Anduva. Un gol que junto a su titularidad en la última jornada ante el Alavés en Mendizorroza confirman que Randy está de moda...

- (R) Estoy muy satisfecho y lo único que puedo decir es que seguiré trabajando duro para convencer al entrenador -Julio Bañuelos- y seguir contando con minutos. Marcar fue especial pero siempre sin olvidar la importancia de trabajar en bloque.

- Su último gol se remontaba a la vuelta de la eliminatoria de ascenso a Segunda B ante el Ciempozuelos en junio del 2008 -lo logró con Las Palmas Atlético-. ¿Se ha quitado un peso de encima?

- Me han machacado mucho ese aspecto. Decían que si me había olvidado de meter goles. Yo me limito a hacer mi trabajo y a entregarme al cien por cien. Ahora -cedido en el Mirandés tras debutar con la UD en Segunda A- estoy aprendiendo a desenvolverme en otra superficie y en un juego más físico.

- ¿La temperatura es un handicap? Dicen que aquello es Siberia...

-Bueno, por ahora me estoy adaptando bien. El sacrificio no es tal, dicen que me he traído el sol de Gran Canaria -sonríe-. Hasta el momento no me puedo quejar.

- ¿Ha merecido la pena dejar el filial de la UD, que es líder del Grupo XII de Tercera División, y aterrizar en el modesto Mirandés?

- Tuve miedo a salir, sobre todo porque dejo a mi familia, a mi novia y amigos. Además, el cambio de clima. Pero en resumen y siendo realista, considero que el balance es muy positivo. En lo personal y deportivo no me puedo quejar. Ese gol que usted meciona ante el Lemona me ha dado mucha vida. Se puede decir que he enterrado el mal trago del curso liguero pasado -Randy no anotó ni un solo gol, estrelló el balón nueve veces en los postes y malogró una pena máxima-. Y discuto lo de modesto, el Mirandés sale a por todas y cuenta con una afición de lujo.

- Usted sigue los pasos de David Silva, que estuvo cedido por el Valencia en el Éibar para curtirse en el juego físico del norte de la Península. ¿Considera que esta experiencia servirá para limar el pecado capital del jugador canario: como carecer de lucha, espíritu defensivo y garra?

- El juego canario es de toque, estético y gusto mucho a la grada. Pero también sabemos defender. Hay mucha leyenda, basta que yo un día no defienda al cien por cien para que digan, 'mira es canario y no defiende'. Aquí sí hay más contacto, más competividad y un Grupo I con ocho equipos que pueden ser campeones. Eso te hace más fuerte. Más duro y mejor futbolista. Puedes perder con cualquiera pero también, si tienes tu día, puedes batir a uno de los grandes.

- ¿Cúal es la meta del Mirandés?

-Pelear duro cada jornada. Le reitero que no hay un equipo en el Grupo I que mande de forma notable. A nosotros nos consideran 'corderitos' pero ya hemos dado algún susto. Toda etiqueta es mala.

- ¿Y qué etiqueta tiene el jugador canario en la Península?

- Está muy bien considerado. No comparto la tesis de que el isleño no trabaja o defiende. Contamos con bagaje defensivo.

- ¿Habla con la secretaría técnica de la UD, siguen de cerca sus evoluciones en el Mirandés?

- Toni Cruz -secretario técnico de la UD- me ha dado muchos consejos. Antes de venir al Mirandés contaba con varias ofertas pero he decidido muy bien. También Javier Vidales, ex entrenador y secretario técnico de la UD, me dio su visto bueno. Estoy en el club ideal para crecer como jugador. Juani Castillo, ex entrenador de Las Palmas Atlético, ha seguido mi progresión y también ha sido una persona vital en mi salida.

- ¿Cómo ve la marcha de la UD Las Palmas en Segunda División?

- La veo muy fuerte. Hay un buen vestuario y comenzarán a despegar muy pronto.

- ¿Y qué opina de Armiche, que ha pasado del silencio del filial a los flashes del primer equipo?

- Es amigo mío, solo tengo palabras de elogio hacia él. Confío en que la UD crezca en Segunda A y pronto esté en la zona noble. Hay un gran equipo.

- ¿Qué se le pasó por la cabeza tras anotar el 1-0 ante el Lemona y tras más de un año sin ver puerta?

- Una satisfacción enorme y sobre todo pensé en mi familia, en mi novia. Se lo brindo a mi padre y a mi madre -fallecida hace varios años por una enfermedad-. Seguro que están muy orgullosos.

- En Gran Canaria usted es un icono de canterano trabajador y comprometido. Los partidos del Mirandés son seguidos en la Isla y llama la atención el calor y la fuerza de la afición rojilla. ¿A qué se debe?

- Es algo increíble. En el desplazamiento a Vitoria fueron más de 2.000 aficionados a Mendizorroza. Un partido de Liga, acuden 4.500 -a ver al Universidad o al Vecindario solo van 100 espectadores en Gran Canaria-. Sinceramente, el Mirandés parece un equipo de Primera División.

- ¿Volvería en diciembre si Kresic lo considera oportuno?

- No lo he pensado, solo pienso en entrenar y en trabajar duro. Estoy madurando y disfrutando de una experiencia profesional impagable. Mi vuelta está en manos del club.