Con el equipo ACB lanzado hacia la disputa del play off por el título, el Gran Canaria, presidido por Agustín Medina, mueve ficha para reordenar la estructura de su cantera. Tras el descenso -de la EBA a la Primera Autonómica- del segundo conjunto amarillo, la entidad estudia la posibilidad de ampliar el acuerdo de colaboración que mantiene con el UB La Palma, para convertirlo en su filial, y negocia aplicar un convenio de cooperación con el Tenerife Baloncesto.

El UB La Palma, que milita en la LEB Oro, afronta una delicada situación económica que compromete su viabilidad y que fuerza a su presidente -Tony Acosta- a tantear varias soluciones. Uno de los recursos que maneja es poner en marcha, bajo el auspicio del Cabildo, un proyecto de baloncesto único en la Isla, que incluya al propio UB La Palma, al CB Aridane y al CB Dominicas -ambos en la EBA-.

Pero mientras esa posibilidad aparece en el horizonte, el UB La Palma ya prepara su siguiente proyecto en la LEB Oro. Tras finalizar el curso en la décima posición, la apuesta deportiva del club parte de la opción de ampliar el acuerdo de colaboración que firmó el verano pasado con el Gran Canaria para convertirse, la próxima campaña, en filial.

El trato entre ambos clubes, idéntico al que mantiene el Unicaja Málaga con el Clínicas Rincón, permitiría al Granca ceder a jugadores formados en su cantera para completar su formación en la LEB Oro y disponer de ellos -sin problemas burocráticos, como sucedió con Óscar Alvarado- en cualquier instante.

Esta temporada, en el UB La Palma, han militado en calidad de cedidos por el Gran Canaria seis jugadores: Juan Palacios, que ha destacado con un promedio de 18,7 puntos de valoración y que, en cuanto obtenga la nacionalidad, se incorporará a la disciplina del Granca, Ale López, Óscar Alvarado, Christian Díaz, Roeland Schaftenaar y Ewoud Kloos.

La apuesta del CB Gran Canaria no se detiene con el UB La Palma, ya que además de estudiar la posibilidad de contar con un filial en la LEB Oro, la entidad negocia la opción de establecer un convenio con el Tenerife Baloncesto, equipo que este curso se ha proclamado campeón del Grupo B de EBA y que ahora afronta la fase de ascenso a la LEB Plata.

El Tenerife Baloncesto, que militó dos años en la ACB, está envuelto en un complicado proceso de fusión, apadrinado por el Cabildo, con el CB Canarias y que no acaba de concretarse. A las trabas iniciales impuestas por los accionistas y socios, los inconvenientes continuaron con una negativa técnica del CSD a avalar el proceso y los recelos entre ambas directivas.

Ayer, la gerencia del CB Canarias mostró su "malestar" con el Tenerife Baloncesto, al que acusó de "deslealtad con el espíritu del acuerdo de convergencia". "Esta directiva", apuntó el escrito, "no entiende la finalidad de las reuniones con representantes de las fuerzas políticas candidatas al Ayuntamiento que ha mantenido el Tenerife Baloncesto SAD, reuniones cuyas intenciones considera totalmente ajenas a la filosofía del acuerdo de convergencia".