Del parqué del Coliseum de La Coruña al palacio de los sueños de Siete Palmas. Una conexión por el Atlántico. 1.815 kilómetros por una pantalla gigante. La 'marea amarilla' alentó a los de Aíto desde el Gran Canaria Arena y padeció un último cuarto que resultaría macabro. Elena Rodríguez, que siguió la final con su hija de siete meses y su marido, realza la lucha de los amarillos: "Te queda una sensación agridulce, porque lo tuvimos a un centímetro. Pero se han dejado la piel, estamos orgullosos". Un clásico de la grada como el 'Malaguita' ejerció de maestro de ceremonias. Volcán de aliento y adrenalina. Plata de coraje.

Orgullo de plata. Aliento para los héroes de La Coruña desde la catedral del 'pío pío'. Vítores por el Atlántico. Del Gran Canaria Arena al Coliseum gallego. La afición del Herbalife, en torno a 600 fieles, vibró anoche con los de Aíto García Reneses, a 1.815 kilómetros del parqué de los gloriosos. De una pista a otra, pendientes del videomarcador, la marea amarilla alcanzó el clímax con el triple de Rabaseda. A 16.7 segundos del final, los amarillos se ponían a dos puntos: 81-83. La clase en la dirección de Oliver y la fortaleza física de Báez ponían contra las cuerdas al hércules blanco. Sebastián Galván, abonado al club claretiano, se aferraba al cielo: ¡Por 'Pinito', los tenemos contra las cuerdas. El grande besará la lona; esto no se escapa. El 'Granca' se lo merece por Greg Stewart, Berni Hernández, Roberto Guerra -exjugadores del club isleño-...Pero también por José Vélez y Manolo Vieira. Por Gran Canaria...". Pero el Madrid dejó caer la guillotina. Fina hoja de acero. De la fiesta a la pesadilla. Malditos últimos 15 segundos. El tinerfeño Sergio Rodríguez anotó dos tiros libres y el Arena se desplomó. Un dardo directo al corazón. El volcán se congeló.

Elena Rodríguez, junto a su hija Sofía -de siete meses- y su marido Jorge Trujillo, abandonan el palacio de los sueños sin un gramo de decepción. Adiós a la corona. Cabeza alta y bufanda al viento. "Han dado la talla, nos vamos satisfechos. Caer de esta manera es una victoria. Fue una lástima, sabíamos que era un desafío gigante, porque el Madrid es capaz de todo pero nos pusimos a dos puntos en el último suspiro. Son nuestros campeones".

Por su parte, Juan Antonio Lorenzo, también lo disfrutó en familia. Pino Gordillo -su mujer- y su hijo Cristian Lorenzo, quedaron destrozados por la agónica derrota. Alba Rocataliata completaba la representación de la peña de Omic. "Ha sido el mejor, ha completado una competición perfecta (...) Nos queda un sabor agridulce por este final tan cruel. Vivirlo aquí, con 600 amarillos ha sido una experiencia en el Gran Canaria Arena. Habrá que repetirla, porque llegarán más finales. Tras perder la Eurocup en Moscú -la pasad primavera-, han lucido madurez y personalidad en La Coruña. El Herbalife no se rinde, volveremos a luchar pronto por un título".

De generación en generación

El terremoto de Siete Palmas no entiende de edades. Sebastián García, de 89 años, y natural de Artenara, acudió junto a su nieta, Fabiola -de 10-. "El baloncesto no es como el fútbol, es otra cultura. Este videomarcador es como pasar una tarde en un parque de atracciones. Ha sido una cita histórica, una final de Copa ante el Madrid pasa una vez en la vida. Y la he vivido, aquí, en el parqué de nuestro equipo. A casi 2.000 kilómetros, pero con los héroes de Aíto en nuestro corazón". Del veterano al ilustre. Francisco Javier Gago Cienfuegos, conocido como Javi 'Malaguita', está curtido en mil batallas. Fue el termómetro del Arena, el capitán general de la 'marea amarilla'. Nunca se entregó a la evidencia y en los tramos más críticos besó el milagro. Y llegó. Voló con el triple del francotirador Ribaseda, que abría la puerta del paraíso. 39 minutos de coraje para encontrar el Santo Grial. Y se escapó en la última curva. Final. Un subcampeonato con envoltorio de gloria. "Ni Barça, ni Valencia. Ser segundo también es una cuestión de prestigio", puntualiza José Perdomo, fontanero y abonado al Herbalife.

Bailarinas, música 'dance', palomitas y la narración de Televisión Española. Escenario NBA para los más fieles, que terminaron mirando al parqué desconsolados. La imagen del abatimiento. Conexión por el Atlántico. De La Coruña al parqué de los sueños. El Herbalife destila pasión y mantuvo a una Isla pendiente de la canasta. El orgullo de la plata. El terremoto de los subcampeones en Siete Palmas. Segunda final en la historia de una institución que sigue de fiesta. Instalados en el músculo y el glamour. Omic, Savané y Oliver, los nuevos mosqueteros del parqué. De la Copa a la Eurocup. Los héroes, tras aterrizar anoche en el Aeropuerto, ya piensan en liquidar al Limoges. Son inmortales.