Rechazo absoluto. La reforma laboral aprobada ayer por el Senado disgusta a los principales agentes económicos de Canarias. Tanto patronal como sindicatos coinciden al señalar que las medidas adoptadas por el Ejecutivo "carecen de futuro y no servirán para acabar con la sangría de paro" que acucia a Canarias, que tiene la tasa de desempleo más elevada de todo el Estado (29%) y más de 300.000 parados. De esta forma, el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios de Las Palmas (CCE), Sebastián Grisaleña, explicó ayer que la reforma laboral tendrá poco recorrido, sobre todo, a la vista del escaso respaldo que ha tenido en el Senado. "Todos esperábamos una norma más consensuada y a la altura de lo que ya sucedió en su día en el resto de los países europeos". En este sentido, los agentes económicos tachan de "parcheo" las medidas del Ejecutivo, que llegan a destiempo.

De hecho, las principales empresas de Canarias recelan de los incentivos a la contratación que establece la ley, que no frenarán el paro en el Archipiélago, y denuncian que el Gobierno ha reaccionado "demasiado tarde" a la hora de contemplar el actual escenario económico.

Las previsiones empresariales, nada halagüeñas, vislumbran destrucción de empleo hasta final de año y un parón en la mayoría de las actividades, que no se arregla, a juicio de los empresarios, con "una reforma que se aprueba por los pelos".