El aeropuerto de Gran Canaria se convirtió ayer en un caos sin precedentes debido a la huelga de un día de los trabajadores del servicio de handling (servicio en tierra) de Iberia. Este personal, que es el encargado del traslado de las maletas desde los aviones de las aerolíneas asociadas a Iberia hasta la terminal, justificó el bloqueo de Gando por el "incumplimiento reiterado del convenio colectivo", según explica el portavoz del comité de empresa, Antonio Sánchez. Las consecuencias: más de 6.000 turistas atrapados a la espera de encontrar su maleta y una treintena de vuelos con más de dos horas de retraso de media. La situación se complicaba a cada segundo cuando las llegadas comenzaron a agolparse sin que los viajeros pudieran recoger su equipaje.

A pesar de llegar en hora los aviones, la demora en la entrega del equipaje y el retraso en conectar los fingers a los aviones provocó una escalada de retrasos, que afectó principalmente a destinos europeos como Alemania, Escandinavia, Gran Bretaña y Holanda, y de forma puntual con la Península, según explican fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

La plantilla de handling, compuesta por más de 400 empleados, continuará todos los fines de semana de este mes en protesta por "la judicialización de las relaciones laborales, con cinco demandas abiertas", apuntan desde el comité de empresa. El conflicto, además, desencadenó una avalancha de reclamaciones de turoperadores como TUI, Germanwings o Thomson en una jornada con más de 180 operaciones previstas.

Asimismo, muchos turistas, siguiendo las recomendaciones de las propias compañías, se trasladaron a sus hoteles sin tener en su poder las maletas y viéndose obligados a buscarlas más tarde. Los más perseverantes tardaron hasta cinco horas en reencontrarse con sus pertenencias. "Me parece que están jugando con nosotros", denunciaba ayer Francisco Gallego, un malagueño residente en Gran Canaria, que puso una reclamación a Iberia.