A lo largo del pasado año, primero bajo el signo de la reforma laboral puesta en marcha por la mayoría absoluta del Partido Popular, se destruyeron en Canarias 14.300 empleos, prácticamente el doble que los 7.700 perdidos un año antes, según datos recogidos en la última Encuesta de Población Activa (EPA). La norma, explicada por el Gobierno central como necesaria para la creación de puestos de trabajo, contó desde el primer momento con el rechazo de las organizaciones sindicales, que a la luz de los números consideran demostrados sus peores pronósticos. Mientras, la patronal afirma que era necesaria y explica los malos resultados obtenidos por la situación de recesión en que se halla la economía española.

El descenso en el número de ocupados -personas con un puesto de trabajo- cae en las Islas desde el inicio de la crisis. Fue en el intervalo entre 2007 y 2008 cuando mayor destrucción de empleo se concentró, con 79.500 puestos de trabajo perdidos. Superado el trauma del primer año de crisis, el ritmo se fue atenuando año tras año hasta el mencionado repunte del pasado ejercicio.

A juicio del presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Sebastián Grisaleña, la reforma llegó tarde. "Debería haberse adoptado dos o tres años antes y cuando finalmente llegó coincidió con el peor momento económico del país", señaló ayer. Según esa tesis, sería la segunda recesión iniciada por España el pasado año, la responsable de que la reforma no haya dado los frutos previstos por el Gobierno de Mariano Rajoy. Con los actuales números que presenta España "es imposible crear empleo", expresó Grisaleña.

Curiosamente, el número de parados no acompañó la tendencia de destrucción de empleos. Entre 2010 y 2011, siempre según la EPA, el volumen de desempleados se incrementó en 27.500 en Canarias, mientras que el año pasado la cifra se quedó en los 26.500.

El secretario general de UGT-Canarias, Gustavo Santana, criticó esta reforma laboral porque "no es sólo una máquina de destruir empleo, sino también un atentado contra la salud de los trabajadores", informa Efe. Santana no quiso dejar pasar la oportunidad de criticar, sin nombrarlo, las declaraciones realizadas la semana pasada por el presidente de la patronal nacional CEOE, Juan Rosell. "Tanto cacarear el absentismo con datos no fiables, ha generado el presentismo, porque la inmensa mayoría de los trabajadores, con el clima de miedo que hay, incluso enfermos asisten al trabajo para que no les caiga el yugo", expresó Santana.

Por su parte, el secretario de Empleo de CCOO-Canarias, Francisco Pozo, resumió el efecto del nuevo marco legislativo laboral en la capacidad que ha otorgado a los empresarios para "despedir por poco dinero". Añadió, además, el efecto que, a su juicio, provoca sobre los que aún mantienen el empleo. "Los supervivientes tienen bastante miedo", señaló el sindicalista.

En el conjunto del Estado, el ritmo de incremento del número de parados fue menor en 2012 que un año antes. Mientras que entre 2010 y 2011 la EPA cifró en 206.900 el crecimiento de personas en busca de empleo, un año después la variación quedó fijada en 114.800.