Los compañeros de trabajo escribieron esta dedicatoria a Inés y a Vicente, que LA PROVINCIA/DLP reproduce: "Queridos amigos, sólo un consuelo nos queda ante el dolor por vuestro adiós: la fortuna de haberos conocido, el regalo de los momentos compartidos y el privilegio de que nos hayáis llamado amigos". Al escrito añadieron también los versos de Miguel Hernández: "Volverás a mi huerto y a mi higuera; por los altos andamios de mis flores; pajareará tu alma colmenera de angelicales ceras y labores; a las aladas almas de las rosas; del almendro de nata te requiero; que tenemos que hablar de muchas cosas; compañero del alma... compañero".