Tras más de doce años de proyectos, contraproyectos y litigios judiciales para intentar construir el tramo de carretera del norte que pasa por el pueblo de Bañaderos y por la trasera de sus casas, el Gobierno de Canarias, el Cabildo y el Ayuntamiento de Arucas decidieron ayer arrojar la toalla y abandonar su construcción.

La decisión fue tomada durante una reunión mantenida por la mañana presidida por Paulino Rivero y a la que asistieron el titular del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, y el alcalde de Arucas, Ángel Víctor Torres, todos con una amplia representación de cargos y técnicos de las tres instituciones.

Las sucesivas sentencias del Tribunal Supremo dando razón a los agricultores propietarios de las fincas de plataneras, a los que se iban a expropiar para dar paso al asfalto, han sepultado la propuesta que tomó el Ayuntamiento de Arucas en 1996 y que ha supuesto hasta la fecha cientos de miles de euros en la redacción de proyectos y en pleitos judiciales, además de un caos circulatorio sufrido durante años por los 100.000 habitantes de la comarca.

José Miguel Bravo de Laguna, al término de la reunión, anunciaba la nueva e informaba que su Corporación estudiará "el soterramiento" de la carretera por su paso actual como solución al nudo creado en el lugar, una opción que retrotrae al minuto uno del inicio de la polémica porque esa fue la primera propuesta de los propios agricultores para no ejecutar la variante. En aquel momento el Cabildo y el Gobierno de Canarias la dieron por inviable alegando el alto costo de esas obras.

Sin embargo ayer se consideró este mismo soterramiento como "un ahorro" e incluso se propone que los remanentes de la diferencia de precio "se destinen a otras obras" de la Isla. El alcalde de Arucas, Ángel Víctor Torres, se mostró "contentísimo por la rápida coordinación institucional" que permitirá abordar de nuevo la modificación de la vía, especialmente entre San Andrés y Pagador.