1 PARTICIPACIÓN CIUDADANA. Es uno de los recursos a los que más han apelado los rectores del proyecto. En cuatro años se han capturado ya casi un millar de ofidios. Muchos de ellos fueron avistados por vecinos de las zonas rurales que, bien se animaron a atraparlos, bien llamaron a Gesplan (928 353 443). Desde este teléfono, que funciona los siete días, se activan equipos de búsqueda y recogida.

2 JAULAS Y TABLEROS. Los primeros artilugios, muchos de ellos construidos ex profeso, fueron desplegados hace un par de años, pero no resultaron todo lo eficaces que habían sido en la isla de Guam (Estados Unidos). Al parecer, a las serpientes no les atraía el tener un cebo tan fácil de degustar. Así que en los últimos tiempos se ha recurrido a tableros laminados para tratar de coger ofidios bajo ellos.

3 BATIDAS POR EL CAMPO. El color naranja y verde de los operarios de Gesplan se ha convertido ya en habitual por las cercanías de los núcleos de San Roque, La Gavia, La Solana y García Ruiz, en la linde entre Telde y Valsequillo. Los operarios, dotados con guantes, remueven la maleza, levantan piedras y recurren a unas varas para intentar localizar serpientes. Si cogen alguna, acaba en un saco.

4 NUEVAS TECNOLOGÍAS. La intención de utilizar perros adiestrados y halcones no se ha desechado, pero sigue sin llevarse a la práctica. En el tintero también figuran acciones como la compra de sistemas de radiotracking y su implantación en serpientes capturadas que luego serían liberadas. Se estudiaría así su conducta. Junto a ello, ahora se añaden las estaciones meteorológicas.