La carpeta de Antonio Padrón acumula cerca de una treintena de denuncias en cuatro años. El vecino de Gáldar afirma seguir sufriendo los ruidos de un bingo en la Sociedad de San Isidro, que fue desmantelado a finales del pasado año por la Guardia Civil. Padrón critica al alcalde, Teodoro Sosa, que "no ha hecho absolutamente nada". En cambio, el regidor asevera que ya ha hecho todo lo que estaba en su mano. Y la directiva niega actividades ilegales y asegura que el bar cuenta con licencia, además de ofrecerle insonorizar la pared.

"Desde hace más de 20 años mi familia viene sufriendo las continuas molestias de un bingo ilegal que realiza sesiones clandestinas de bingo o lotería los sábados, domingos, festivos y vísperas de festivos desde las 10 de la noche hasta las tres de la madrugada. El local no está habilitado, ni insonorizado". Antonio Padrón ha tratado en los últimos cuatro años de poner en conocimiento de las distintas instituciones oficiales las molestias que, afirma, le origina el altavoz que se emplea durante el juego, sin lograr el resultado deseado. La Guardia Civil desmanteló en noviembre la actividad porque se movía mucho dinero de forma irregular aunque, según asegura, al poco tiempo se seguía haciendo lo mismo.

El vecino asevera que ha puesto una treintena de denuncias en la Policía Local, Ayuntamiento, Delegación del Gobierno y Gobierno de Canarias. Y Antonio Padrón acusa al alcalde, Teodoro Sosa, de que "no ha hecho absolutamente nada", pese a reunirse con él tres veces, y que hace tres años le pidió que retirara las denuncias. "Quitaremos todas las denuncias cuando nos dejen dormir", sentencia. Por su parte, el alcalde, Teodoro Sosa, manifestó ayer que en su momento se legalizó el bar, pero que si existiese una práctica irregular de juego sería competencia del Gobierno de Canarias. Y entiende que en estas denuncias existen "intereses personales", añadiendo que en su momento se le contestó a su escrito y se remitió su caso al Diputado del Común. Un portavoz de la directiva de la Sociedad asegura que en su momento se le ofreció insonorizarle la pared, y que se negó. Y niega que exista ruido o actividades fuera de las que hacen sus socios y que el bar cuenta con una licencia, además de existir un recurso sobre la inspección. "Este es un club modesto, que solo quiere mantener a los niños", añade.