Los okupas fijan su atención en el casco histórico de Telde

La Policía Local intervino anoche por segunda vez esta semana en la casona que adquirió el Ayuntamiento de Telde el pasado jueves tras un aviso de un ciudadano

En este momento hay varias casas antiguas ocupadas en San Juan, San Francisco y San Gregorio, lo que está ocasionando un problema de inseguridad ciudadana

Dos operarios accedían esta mañana al inmueble para reforzar los accesos y arreglar los destrozos

Dos operarios accedían esta mañana al inmueble para reforzar los accesos y arreglar los destrozos / LP / DLP

Por segunda vez desde que el jueves 2 de mayo el Ayuntamiento de Telde ultimara la adquisición de una casona en San Juan, la Policía Local ha tenido que actuar para desalojar a okupas. La primera de las ocasiones fue el lunes, durante la mañana, cuando se localizaron a varias personas en su interior, y la última, anoche, cuando los agentes detuvieron a tres jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 19 años que, alegaron, buscaban un sitio donde dormir.

Fuentes policiales explican que una llamada ciudadana alertó al cuerpo de seguridad de que se había escuchado un fuerte golpe en el inmueble adquirido por el Consistorio, poco antes de la una de la madrugada, y habían visto entrar a tres individuos. Al personarse, los agentes comprobaron cómo habían fracturado un cristal y forzado la puerta que da a la calle León y Castillo, y al entrar localizaron a dos de los jóvenes agazapados en el jardín y a un tercero en una de las habitaciones de la planta alta, y aunque uno quiso escapar por la salida trasera y fue interceptado, se mostraron dóciles y atendieron a las indicaciones de los policías.

Una vez trasladados a las dependencias de la Policía Nacional se comprobó que se trata de tres jóvenes de nacionalidad marroquí, uno de ellos menor de edad (nacido en 2008) y los otros dos de 2005 y 2006. El primero se había escapado del centro de acogida en el que reside, en Santa Lucía de Tirajana, y tras contactar con su tutor fue devuelto a su hogar. A los otros dos se les ha abierto diligencias por un presunto delito de usurpación de bienes.

Telde recepciona de manera oficial la casona de San Juan

LP/DLP

No es el único caso

Se da la circunstancia de que durante el proceso de compra de la casona de San Juan que fue sede del antiguo Centro de la Mujer y, una parte de la propiedad, de una entidad bancaria, la casa estaba también okupada, y la pasada semana se había tapiado y cambiado las cerraduras. Hoy, a media mañana, trabajaban allí operarios para reforzar nuevamente los accesos y arreglar los destrozos ocasionados por el nuevo intento.

Sin embargo, este no es el único caso de okupación en el casco antiguo, lo que está ocasionando un problema de inseguridad ciudadana y quejas vecinales.

En San Juan, San Francisco y San Gregorio son varias las casas -principalmente antiguas- que están habitadas por grupos de personas de forma ilegal. Uno de los casos más conocidos es el de la vivienda situada junto a la iglesia de San Francisco, donde residen varios jóvenes migrantes que, además, utilizan el estanque como piscina y espacio para lavar la ropa.

Pero en este barrio hay al menos dos casas más okupadas, una de ellas desde hace unos días en el entorno del Árbol Bonito, según informan vecinos de la zona que, por temor a represalias, no quieren dar sus nombres.

Este problema se traslada también a San Juan, donde hace varias semanas se ocupó una vivienda que se estaba vendiendo por cerca de un millón de euros y donde días antes había intervenido la Policía Nacional que había sido alertada del intento de entrada en la propiedad, sumándose a al menos otras dos casonas de este barrio y otras situadas en los callejones y entramados de la zona antigua de Los Llanos.

Detalle de los destrozos ocasionados durante el último intento de okupación de la casona de San Juan

Detalle de los destrozos ocasionados durante el último intento de okupación de la casona de San Juan / Teldeactualidad

Miedo por las viviendas en venta

La propietaria de una vivienda en venta en San Juan afirma que los carteles y algunas publicaciones de la venta "tienen un efecto llamada". La suya está, precisamente, al lado de una casa con okupas, y su temor es que entren y no solo tenga más dificultades para encontrar un comprador, sino que puedan ocasionarle destrozos en la propiedad.

En algunos casos, la okupación cuenta con el beneplácito posterior de parte o la totalidad de los dueños, que prefieren conocer a la persona que vive de forma irregular en sus casas e intentan pactar que en el momento de la venta abandonarán el lugar sin presentar oposición, evitando que entren grupos de personas más disruptivas. En otros, la convivencia y los hábitos de los ocupantes ocasionan molestias e inseguridad a los vecinos.

La Policía Nacional confirma que, aunque no hay un incremento llamativo, se reciben numerosas llamadas alertando de problemas en los entornos de estas viviendas ocupadas que, en muchas ocasiones, son por peleas entre los convivientes dentro o fuera de la vivienda, o por la sospecha de algún delito, pero rara vez presentan la denuncia necesaria para iniciar las diligencias judiciales. En ese sentido, resalta la importancia de personarse en la comisaría más cercana para formalizar la denuncia que permitirá realizar una investigación más profunda, más allá de personarse en el momento de la llamada.