El ferrocarril de Gran Canaria creará 18.000 puestos de trabajo en los cuatro años de su construcción, consumirá 12.000 toneladas de hierro, recorrerá en veinte minutos el trayecto directo entre Santa Catalina y Meloneras, moverá 14,6 millones de pasajeros en el primer año de funcionamiento y el precio de billete será igual al del servicio de guaguas de Global. Estas son las principales novedades del último estudio de viabilidad realizado por la empresa Ineco, la entidad pública del Ministerio de Fomento que se encarga de la planificación y supervisión del futuro tren de la Isla.

El coste total de la obra se mantiene en 1.545 millones de euros, donde se incluye el montaje de los 57,6 kilómetros de vía, la edificación de las once estaciones, el tendido eléctrico, las cocheras, la expropiación de terrenos y un parque eólico que producirá 30 megavatios a la hora, según informó ayer la consejera de Transportes del Cabildo de Gran Canaria, María del Carmen Rosario Godoy, quien precisó que la mayoría de los proyectos constructivos solo están pendientes de que el Gobierno de Canarias apruebe definitivamente la Declaración de Impacto Ambiental.

Hasta ahora se han ejecutado unos 18 de los 24 millones de euros para la redacción de los proyectos constructivos, que paga en su totalidad el Ministerio de Fomento. Aunque el actual gobierno insular del PP considera que el tren del Sur "no es una prioridad en estos momentos", ha ido cumpliendo los pasos que fijaron Ineco y el anterior grupo gobernante del PSOE y NC.

Financiación

Frente a los que opinan que este es un gasto innecesario porque no está claro que se puedan conseguir los 1.545 millones, la consejera de Transportes recordó que son fondos finalistas no se puede utilizar en otra cosa. "Teníamos dos alternativas: paralizar el tren y perder ese dinero; o bien seguir adelante con los proyectos para no tirar a la basura todo el trabajo realizado hasta ahora, lo que además sería una inmoralidad porque ya se han gastado 18 millones de euros", apuntó María del Carmen Rosario.

Respecto a la financiación, dijo que la primera opción es que el Estado corra con el total de los gastos de construcción, tal como estaba previsto antes de la crisis económica. En caso contrario, también se está barajando la financiación privada y se han establecido contactos con inversores extranjeros. Con los plazos establecidos, los proyectos estarán entregados a mediados de 2014 y las obras podrían comenzar de inmediato, para inaugurar el servicio en 2018.