Después de la celebración de la Muerte de Jesús, a las 18.00 horas, seguida de la procesión por las calles del pueblo con las imágenes de San Juan, la Dolorosa, el Sepulcro y la Cruz desnuda, 60 personajes representaron los últimos días del fundador del cristianismo, acompaños por otros 40 personas.

La Pasión y Muerte de Jesús es un auto que se escenifica en el templo del casco desde 1979 a iniciativa del entonces párroco Pedro Perdomo. La idea fue en un principio una obra más corta de los últimos días del fundador del cristianismo. Después se añadiron más escenas partiendo de los evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

"En un primer momento usamos una grabación de la Pasión que nos dejó el párroco y al quedar encantados de la buena experiencia, mejoramos el guión y lo hemos repetido hasta la fecha. Esta representación, además de revivir los momentos finales de Jesús, nos sirve para unirnos más al pueblo, que siempre ha estado muy disponible y con ganas de colaborar", expresó su director Margarito Ramírez.

La mayoría de los personajes han sido recreados por las mismas personas. Román Toledo hizo de Pilatos; Adela López, de la mujer de Pilatos; María Jesús Castro, de la Virgen María; Conchi Ramírez, de María Magdalena; el concejal Francisco García, de Herodes; María del Carmen López, de Verónica; Miguel Ángel López, de Pedro; Fernando Pérez, de Juan; Leandro Martín, de Caifás; y David Ramírez, de Anás. "Cuando hay personas nuevas, hay ensayos particulares; pero, uno general con todos los personajes nunca lo hacemos, porque es difícil vernos todos por los trabajos o por los estudios. Nos vemos todos ese día. Es un milagro lo bien que nos sale". También es clave la colaboración de Mercedes Falcón, encargada de los vestidos, y Daniel Arencibia de la música.

El auto santaluceño recoge los momentos más importantes de la Pasión y Muerte: la entrada en Jesús a Jerusalén con las palmas de los niños; la última cena; el arresto y el juicio del Sanedrín por Anás y Caifás; la oración en el huerto de los olivos, donde Judas besó a Jesús como señal de a quién tenían que prender los soldados; los encuentros con Poncio Pilatos y Herodes.

Le siguen la suelta de Barrabás y la condena de Jesús, la coronación de espinas y el camino de la cruz, que siempre hacen desde la entrada de la iglesia hacia el altar, donde se montaron las tres cruces.

"Para el pueblo, el auto ya forma parte de nuestra tradición, similar a las fiestas de Santa Lucía, El Haragán y la romería de Los Labradores", indicó Margarito Ramírez. "Como católico y practicante revivir lo que vivió Jesús es una de las cosas más importantes que hecho en la parroquia. Un papel que me propuso hacer el párroco desde la primera vez".

Por su parte, Conchi Ramírez, que ha hecho el papel de María Magdalena todas las veces que se ha representado el Auto manifestó: "Me meto tanto en ese papel que estoy viviendo una cosa real, como el que se postra a mis pies es el Cristo. Es un momento de sentimientos, que me hace llorar. La gente vive la pasión de verdad".