Todos los servicios públicos del barrio, un vado para discapacitados, cabina telefónica, reserva para la guagua, paso de peatones, contenedores de residuos, etc. desaparecieron después de que la anterior Corporación aprobara un ancho de acera de casi 12 metros como "represalia" a un pleito que perdieron con los vecinos de la zona.

“Nos dejaron arrinconados, nos querían dejar incomunicados para que vendiéramos”. Adelina López es una de las muchas personas del barrio de Chile de la capital grancanaria que se vio afectada por la ampliación de las aceras de la carretera de Chile que acabó con muchos servicios básicos y que, después de la entrada del nuevo Gobierno, han vuelto a funcionar.

En el año 2000, los vecinos de este barrio consiguieron en los Juzgados que el Ayuntamiento del Partido Popular (PP) no les desahuciara sus casas a través del Plan General para, según los propios vecinos, “vender y ponerse a hacer negocio”.

Tras este logro, los vecinos se encuentran con que el Ayuntamiento permite en el nuevo Plan General un ancho de acera de casi 12 metros en la carretera de Chile, lo que acaba con todos los servicios públicos de esa zona: un vado para discapacitados, cabina telefónica, reserva para la guagua, paso de peatones, contenedores de residuos...

Así las cosas, los vecinos se quejan de que intentaron dejarlos incomunicados, ya que para acceder a sus casas tenían que dejar sus vehículos muy lejos, o incluso para ir a tirar la basura, sin contar con el agravio que supuso no tener paso de peatones, zona para la guagua o el vado para discapacitados.

La concejal deconcejala de Fomento y Servicios Públicos, Nardy Barrios, se encontró con esta “sopresa” cuando entró al Gobierno municipal, después de que los vecinos, cansados del mutismo de la anterior Corporación, se pusieran en contacto con ella.

La concejal modificó la acera a través del departamento de Proyectos y Obras Viarias, reduciendo el ancho de las aceras y devolviendo el resto de servicios. Esta solución, como bien denuncia Barrios, ha costado doble al Ayuntamiento ya que “había que haberlo hecho antes de que la constructora comenzase las obras”.

No obstante, se muestra satisfecha de que por fin los vecinos vuelvan a tener sus servicios, algo que ellos mismos agradecieron a la concejal en plena calle la tarde de este lunes