La precisión es la clave. Ni una mecha de más, ni una raya de menos. Los participantes de las competiciones de peluquería y de maquillaje, patrocinadas por las marcas comerciales L'Oréal y Stage respectivamente, se dieron cita en la mañana de ayer en el Instituto de Enseñanza Secundaria Cruz de Piedra, en Ciudad Alta. Alumnos del ciclo de Imagen Personal, procedentes de distintos centros educativos de las Islas Canarias, aprovecharon las dos horas y media de la prueba para sorprender al jurado a golpe de creatividad, profesionalidad y destreza.

Casi 30 aprendices se presentaron en alguna de las categorías de ambos certámenes: maquillaje artístico facial de libre creación y maquillaje de pasarela por un lado, y realización de recogidos de libre creación y trabajo de color, corte y peinado, por otro. Desirée Calero fue una de las aspirantes de la modalidad de maquillaje de pasarela. Plenamente concentrada ayudó a su modelo, Silvia Bethencourt, a ponerse cómoda en la camilla sobre la que reposaría durante, al menos, dos horas y media. Para aquellos que no están familiarizados con la materia, Desirée asegura que este tiempo "se pasa rapidísimo" en un torneo de estas características donde los nervios pueden jugar malas pasadas.

Calero, de 24 años, estudia Estética y Belleza en el IES Las Indias, en Tenerife. Era su primera participación en un evento de este perfil y se mostraba ilusionada. "Es un reto para seguir avanzando", señaló mientras preparaba y limpiaba la piel de su figurante para obtener un "maquillaje extravagante".

Ella tiene claro dónde le gustaría desempeñar sus labores profesionales: "Me encantaría trabajar en el mundo de la televisión, porque es diferente y conoces a mucha gente". La joven considera que en este ámbito hay más salidas fuera de las Islas. Por ello tiene en mente continuar apostando por la formación y pretende estudiar algún curso profesional de maquillaje.

El jurado, formado por profesores de los institutos donde se imparten estos ciclos de estética así como por expertos del sector, merodeaba entre camilla y camilla para analizar todo el proceso que realizaban los competidores. A los que quedasen en los primeros puestos se les dotaría con lotes de productos o con becas de formación de cada especialidad. Elisa Gil, maestra del IES La Minilla, detalló que para puntuar son importantes factores como "la seguridad e higiene, la organización del espacio o la destreza", así como el cumplimiento con el tiempo establecido.

Gil comprobó entre su alumnado la ilusión que genera participar en un campeonato de este tipo donde se reconocen sus habilidades y conocimientos. Es una motivación más, ya que "quieren superarse", confirma la profesional.

En el otro lado de las bambalinas, trajinaban con el secador, la plancha y los rulos quienes competían en las categorías del trofeo de peluquería. Los colores rubio platino, rosa chicle o verde fueron algunos de los tonos que dieron vida a las melenas de las chicas que se ofrecieron para este juego de cabellos.

La expectación era inevitable. Alumnos del Instituto Cruz de Piedra, edificio que se había convertido por un día en el epicentro de la estética a nivel regional, aguardaban su turno para entrar en grupos a cada una de las aulas donde se desarrollaban las actividades.

A su vez, la cita se convirtió en el punto de reencuentro entre los miembros del jurado, donde abrazos y sonrisas amenizaron la jornada. Paralelamente, tenían lugar exhibiciones de maquillaje con aerógrafo (aparato que esparce tinta y aire comprimido) y se había habilitado un muestrario de productos de belleza.

Los organizadores entienden que esta iniciativa es una motivación para el alumnado de Imagen Personal. Es un aliciente para que esos estudiantes exploten artísticamente sus capacidades y disfruten compartiendo la experiencia.