El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, confirmó ayer que La Luz "tendrá que devolver fondos a Europa" por los fallos en la ejecución de la segunda fase del dique de La Esfinge. Un proyecto sobre el que un informe jurídico de Puertos del Estado, solicitado desde el recinto de la capital grancanaria, ha detectado irregularidades de carácter técnico y pagos que no se corresponden con lo ejecutado por la contrata. Los trabajos fueron adjudicados en 2007 a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Fomento de Construcciones y Contratas, Dragados, Félix Santiago y Matías Marrero, por un importe de 46,3 millones de euros.

El documento emitido por Puertos del Estado también desestima la reclamación de 12,5 millones de euros formulada por las compañías, en concepto de trabajos realizados no contemplados en el contrato original, más sus intereses de demora.

En lo que atañe a la ejecución del dique, finalmente recibida por el Puerto en 2012, la administración ha licitado luego dos proyectos para el acondicionamiento batimétrico (submarino) del dique. Uno de ellos, aún pendiente de adjudicar. Antes, la Autoridad Portuaria vivió un intento fallido de recepción de las obras, que paralizó Fomento al detectar anomalías en su resultado.

Por todo ello, técnicos de Puertos del Estado visitarán La Luz en unos días para evaluar el muelle exterior del recinto. Con el objeto de "descertificar" obras que han sido financiadas en un 80% con fondos Feder, según confirmó ayer el propio Ibarra.

En total, Europa concedió al Puerto de Las Palmas una cantidad de 50 millones de euros para el conjunto de trabajos contemplados en La Esfinge, que incluyen la controvertida segunda fase, la tercera (hoy en curso, para alargar el muelle en 410 metros que se sumarían a los 600 con los que ya cuenta) y dos contradiques en forma de martillo que cerrarán la dársena, apuntó el presidente.

El objetivo del equipo de gobierno en el Puerto es del "aclarar" qué cantidades tendrán que ser restituidas a la Unión Europea. "Nuestro miedo", admitió el mandatario, "era que tuviéramos que devolver el total de los 50 millones".

Ibarra también catalogó de "previsible" que el Puerto pida una devolución a las constructoras que ejecutaron los trabajos. Ese, de hecho, es el segundo motivo de la visita de los expertos del Ministerio de Fomento: definir si en efecto la UTE tiene que compensar o no con alguna cantidad a la administración por la marcha del proyecto.

Con todo, lo que ya parece claro a estas alturas del expediente es que "habrá que devolver dinero a Europa", tal como constataba el mandatario en La Luz. Ibarra, cuestionado por el detalle de las averiguaciones iniciadas sobre los trabajos, también desveló que "había partes del libro de obras que no aparecían" y que algunos documentos se habían "traspapelado". En este sentido, comentó que "el expediente no estaba completo y luego sí aparecieron algunos de los papeles".

Hay que recordar que la revisión de las obras de La Esfinge en Madrid se inicia a raíz de la reclamación de las constructoras, de un lado, y a la petición de la Autoridad Portuaria de Las Palmas de informes jurídicos que evaluaran el desarrollo de los trabajos, de otro. Fue en el consejo de administración del Puerto del mes de abril de 2013 cuando se dio a conocer que la UTE pedía una cantidad inicial de unos dos millones de euros por esos trabajos realizados que no se habían contemplado en el contrato original. Esta pretensión se había formulado oficialmente en el mes de octubre del año anterior, Ibarra anunció entonces que "debido a la complejidad de la reclamación" se pedía el dictamen de Fomento.

Fue en noviembre del año pasado cuando el consejo volvió a tratar el asunto. Por entonces, la UTE había elevado su pretensión a los 12,5 millones. Puertos del Estado ya tenía conocimiento de este dato porque La Luz pidió una evaluación el 16 de octubre de 2013. Ibarra, presidente desde 2011, compareció ante los medios de comunicación para dar cuenta de la marcha del expediente, no sin recordar que la obra debía haberse acabado en 2009. "Cuando entré en el cargo", apuntó, "hubo que afrontar modificaciones de la obra que no se habían contemplado". Y, entre otros detalles, aludió al intento de recepción fallida, registrado antes de su toma de posesión. "Juzguen ustedes como se ha resuelto el expediente", apuntó.

Tres presidentes

Las obras de la segunda fase de La Esfinge han conocido a tres presidentes en la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Emilio Mayoral fue el encargado de aprobar su adjudicación, en marzo de 2007, el mismo año en el que le sustituiría Javier Sánchez-Simón. Con Ibarra como máximo responsable se produciría la recepción definitiva de los trabajos (en 2012), que aún siguen dando que hablar tras la reclamación de las constructoras.

El actual mandatario tiene previsto dar todos los detalles sobre la marcha del expediente en el próximo consejo de administración fijado ya para el próximo 10 de noviembre. Allí no sólo se plantearán las conclusiones recogidas en el informe jurídico de Puertos del Estado, sino también la marcha del expediente informativo abierto a cuatro técnicos del Puerto (el director de la obra, el jefe de obra y dos empleados más).

Lo esperado es que también se aborde en la misma sesión lo evaluado por los técnicos de Fomento que inspeccionarán la segunda fase de La Esfinge, y la cantidad que habría que devolver a la Unión Europea para este concepto. Entre tanto, la tercera fase se sigue ejecutando. E incluso ya se han tramitado las ofertas económicas para desarrollar el primero de los contradiques, con los que se culminará uno de los proyectos de obra pública más importantes licitados en las Islas durante la crisis.