La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

En busca de un 'Kit-Kat' en sus vidas

Una familia vasca utiliza la ARC, que zarpa este domingo, para poner un paréntesis a la rutina

En el pantalán S, donde el Muelle Deportivo agota sus últimos puestos de atraque, se encuentran los más benjamines de los participantes de la Atlantic Rally for Cruisers (ARC). Son unos 40 menores de edad que durante las próximas semanas partirán rumbo a Santa Lucía, en el Caribe, junto a sus familias. Uno de ellos será Nagore, una bilbaina de 16 años que con su padre, José Ramón Atorrasagasti, y su madre, Eukene Magaña, han decidido hacer "un Kit-Kat, un respiro" en sus vidas para comprobar si son capaces de cruzar el Océano Atlántico. "Mis amigas me dicen que estoy loca", asegura la joven, que reconoce que los primeros días de navegación hasta las Islas no han sido los mejores de su vida.

La historia de esta familia comienza hace aproximadamente medio año. "Decidimos romper con la rutina de siempre, la de trabajar, dormir, estar con los amigos; para ver si éramos capaces de tomar decisiones difíciles", apunta el progenitor. Entonces, José Ramón Atorrasagasti vendió su empresa de publicidad. "También vendimos el coche, la moto y pusimos en alquiler nuestra casa", agrega Eukene, que trabajaba como administrativa pero que llevaba en paro dos años. Y adquirieron el Skirion, un velero de 12 metros de eslora, que se une a la lista de embarcaciones que han estado en manos del padre, un apasionado del mar. Para Nagore supuso dejar de lado a los amigos durante un tiempo. También ha aparcado los estudios después de finalizar la Educación Secundaria Obligatoria.

Entonces, todos los componentes de la familia Atorrasagasti Magaña se enfundaron la piel de aventureros y el pasado 1 de julio emprendieron su particular odisea por el globo terráqueo. José Ramón cuenta que salieron de Barcelona el 1 de julio para recorrer el Mediterráneo. Siguieron por Cádiz para después adentrarse en Marruecos. Primero Casablanca, después Agadir y, por último, entraron en el Archipiélago a través de Arrecife. Desde el pasado 21 de octubre duermen en la capital grancanaria.

El viaje no ha sido fácil. Lo comenta Nagore, que recuerda cómo los temporales durante la navegación se han ido cruzando en su camino. "No ha sido muy agradable", dice. "Ha sido duro", afirma Eukene Magaña, que se alegraba al ver que estos días aparece el sol por el cielo de la capital grancanaria después de unas semanas con lluvias constantes.

Otro de los objetivos de este viaje es concienciar a la menor de que hay otro modo de vida. "Queremos que sepa que existe otro mundo, que hay otras culturas; creemos que para ella va a ser un paso muy grande, un paso que le servirá para madurar", declara el padre. "Se va a dar cuenta de que puede estar sin internet ni móvil", agrega. "¿Te ves capacitada?". Ante la pregunta, Nagore responde con un tímido "bueno", mientras su teléfono inteligente, que de vez en cuando atiende, cuelga de su cuello. Pronto, en cuestión de días, volverá a navegar para alcanzar Cabo Verde. Será una semana en la que surcará los mares sin cobertura para contactar con sus amigos.

La idea de los Atorrasagasti Magaña es llegar hasta Santa Lucía para después emprender viaje por el Caribe. Será un año entero para poner otro orden en su vida. La misma idea tiene el matrimonio formado por la abogada Susana Olcina, de Madrid, y el cirujano Ignacio Ortíz, un vasco con orígenes belgas. Lo harán subidos en el catamarán Vitamina, con el que pretenden dar la vuelta al mundo durante los próximos años. Quieren llegar hasta Nueva York después de la regata, para a continuación bajar, cruzar el Canal de Panamá, llegar a las Galápagos y alcanzar la Polinesia Francesa. La duración de la travesía: "A lo mejor la hacemos en cinco años", señala ella.

Pero antes tienen la ARC, una prueba que realizan con ánimo de aventura y en menor medida de competición. El equipo está formado por otras cuatro personas: Chendo Silva y José García, ambos conocedores de los entresijos de la navegación y procedentes de Galicia, así como el madrileño Joaquín Vázquez y el valenciano Rafael Silvestre. La travesía la hacen en una embarcación de 12,5 metros de eslora y 7,5 de manga, con tres cuartos de baño, otras tantas duchas, y el mismo número de camarotes. Además, cuenta con paneles solares para obtener energía, una potabilizadora de agua y un sistema de comunicación que les permite incluso conectarse a internet a través de satélites con el que, entre otras cosas, estar en contacto con el mundo exterior y consultar el parte meteorológico.

Para todos supone la primera participación en esta prueba, aunque, recalca Ignacio Ortíz, "Chendo es un veterano porque ya ha cruzado nueve veces el Atlántico". Y lo hacen gracias a que bajan el nivel de vida "una barbaridad", como explica Susana Olcina. "Por ejemplo, alguien que no pueda soportar estar un día sin ducharse lo pasaría mal; o sabes que si vas a fregar tienes que estar cerrando el grifo para ahorrar agua".

Y así será su vida durante los próximos años. Olcina asegura que para financiar este periplo vendieron parte de sus pertenencias y pusieron en renta de alquiler otras. Con ello logran cuadrar las cuentas que les permita dar la vuelta al Mundo. "Aunque también hay veces que tienes problemas mecánicos", por lo que tienen que hacer frente a gastos, dice Ortiz. "Pero es que esta es ahora nuestra casa", apostilla Susana, mientras un técnico les pone a punto las comunicaciones con radio que les permitirá estar en contacto con el resto de barcos que participarán en la ARC.

El Vitamina y el Skirion de la familia Atorrasagasti Magaña son dos de las tres embarcaciones con bandera española que participan en esta edición de la ARC+. La otra es el Trick, que también espera en el pantalán S a la salida de la prueba. Todos ellos pondrán rumbo a Cabo Verde el próximo domingo. Por delante tendrán aproximadamente una semana hasta alcanzar el archipiélago atlántico, para, el 18 de noviembre, seguir su ruta que les llevará hasta Santa Lucía, adonde esperan llegar a principios de diciembre y poner así punto y aparte a sus particulares aventuras alrededor del mundo.

Compartir el artículo

stats