Donde el gobierno municipal ve supuestos "comportamientos imprudentes" de algunos agentes, los sindicatos policiales ven negligencia por parte de la administración local al no dotar a los funcionarios de medidas de seguridad para desempeñar su labor con todas las garantías.

Tres de los sindicatos mayoritarios en la Policía Local -CC OO, USP y UGT- denuncian que el armero en el que se guardaba la pistola que causó el incidente de ayer en Miller Bajo se encuentra en un pasillo abierto al tránsito no sólo de policías, sino de limpiadores, administrativos y de ciudadanos de la calle que los transitan cuando quieren reclamar las multas por radar de la Avenida Marítima en uno de los despachos de esa planta. "Incluso las visitas escolares atraviesan el pasillo donde está situado el armero", denuncia Iván Jiménez, vocal de CC OO.

No es el único caso en la Jefatura de Miller Bajo, ya que hay otros cuatro armeros en pasillos similares. En total, se guardan en ellos, y bajo llave, unas 300 pistolas. Para los sindicatos, la solución pasa por crear lo que se llama una zona fría, una sala especial y aislada del resto donde manipular las armas. "Reclamamos que los armeros se quiten ya de los pasillos; es imprescindible que los policías manipulemos nuestras armas para ver si funcionan correctamente, pero eso no se debería hacer en un pasillo, por eso pedimos una inversión inmediata en crear esas zonas frías", señala Víctor García, de USP.